Teatro Yucateco
LIX
José Peón Contreras
El Conde de Peñalva
ESCENA VII
DICHOS Y GARCÍA (Que aparece al foro)
SAMUEL: Andrea, me has engañado.
ANDREA: ¿Qué dices, padre, qué dices?
SAMUEL: Infelices, infelices
los hijos que se han mofado
de sus padres! ¡Quita, quita!
ANDREA: Padre, te juro….
SAMUEL: No jures;
que mientras más me asegures
tu ignorancia, más mi cuita
aumentarás y mi saña.
ANDREA: Señor…
SAMUEL: ¡El cielo lo quiso!
ANDREA: Mas tal temor…
SAMUEL: Es preciso
partir hoy a tierra extraña.
ANDREA: Señor, ¿es fuerza?
SAMUEL: Es la ley
de mi destino… ¡oh dolor!
¡Ese hombre es Gobernador
de Yucatán por el Rey!
Él perseguirme podría…
Estoy errante… maldito…
A favor de este delito
me arrancará la hija mía;
y si partiera más tarde…
ANDREA: (Aparte en voz baja a D. GARCIA) ¿Conque es verdad?
GARCÍA: (Aparte a ANDREA.) Es verdad.
ANDREA: (A SAMUEL.) Me ama…
Me ama….
SAMUEL: De su falsedad
Al encubrirse hace alarde.
(Mirando a GARCIA)
ANDREA: Odias, padre, a la nobleza
y él acaso lo sabría…
GARCÍA: (Mirando a ANDREA.)
Si. (Bajo.)
SAMUEL: ¡Como el otro, venía
A mancillar tu pureza!
ANDREA: (Vacilante) ¡Padre!
GARCÍA: (En voz baja a ANDREA) ¿Dudan?
ANDREA: (A SAMUEL) Tu rigor
tal vez resultado sea…
GARCIA: (En voz baja a ANDREA) ¡Adiós, para siempre, Andrea!
ANDREA: Me robas, padre, mi amor…
Mírame a tus pies rendida:
Nada importan de ese hombre
su posición y su nombre,
si una sola es nuestra vida.
No me arranque de su lado
tu voluntad inflexible.
SAMUEL: Ya lo he dicho. ¡Es imposible!
ANDREA: ¿Partiremos?
SAMUEL: Lo he mandado.
ANDREA: Padre, pues mi pena ves,
tu misericordia imploro:
piensa, señor, en que lloro
desesperada a tus pies.
SAMUEL: ¡Basta!… ¡basta!…
ANDREA: ¿Te has de ir?
(A DON GARCIA)
(Espera!) ¡Padre, por Dios!
SAMUEL: Ni una palabra.
ANDREA: (Vacilando.) ¡Ay!
GARCÍA: (En voz baja a ANDREA) ¡Adiós!
ANDREA: (A DON GARCIA)
(¡NO!) ¡Jamás me harás partir!
GARCIA: Tu padre, Andrea, o mi amor!
SAMUEL: ¡Andrea!
ANDREA: (Apoyada en D. GARCIA y ya en el fondo.)
Padre… ¡Oh Dios mío!
(Se va arrastrada por D. GARCIA)
SAMUEL: ¡Andrea! O es desvarío,
O esos pasos… ¡Ah!… ¡Favor!
(Ha oído los pasos de ANDREA Y GARCIA que se alejan. GARCIA, cierra la puerta del fondo con llave)
¡Gil Almindes! ¡Hola!
ESCENA VIII
SAMUEL y GIL, con el arcabuz en la mano.
GIL: Aquí
me tenéis.
SAMUEL: ¡Gil… ay de mi!
¡Detenla!
GIL: ¡Por vida mía!
SAMUEL: Corre por la galería
(GIL pretende forzar la puerta.)
¿Cerraron la puerta?
GIL: Si. (GIL corre desesperado por el balcón.)
De una hoguera al resplandor
les miro… ¡Tiembla, señor,
el arcabuz en mi mano!
SAMUEL: ¡Tira, Gil!
(Gil desaparece por el balcón. Pasa un instante de suprema agonía para el ciego, que se arrastra hacia el balcón. Al llegar cerca de él, se oye un tiro. Se retrata la alegría en el rostro del judío y dice:)
¡Lave el villano
Con sangre mi deshonor!
Fin del acto primero
Fernando Muñoz Castillo
Continuará la próxima semana…