Letras
Félix Martínez
Dura quince días en el parque,
llega año tras año,
con sus promesas de risas e ilusiones.
El anciano aprieta sus boletos
en la banca de la plaza
y piensa
cómo evitar el paso del tiempo…
¡¿Cambiando de banca?!, ¿modificando su idea?
¡así le suben los años!
Se le desparraman en los ojos
las piernas, el rostro.
Van buscando dónde rayar su historia,
en la frente unos
en las bolsas de los ojos,
en las rodillas que se quejan
donde se nota la brecha en el rostro,
son décadas que deja el calendario;
ese pensamiento que se repite mil veces,
en el anciano de 80
que aún corre la milla
veloz como su mente.
El senil se vuelve más inteligente
¿o sólo ha vivido más?
La ruta de su vida hecha de arrugas
con historia,
pero se volvió flojo el subconsciente.
Otra vez llega el circo
y aún no sabe si mamá
le planchó el pantaloncito corto
para estrenarlo.
Puede ser que lo invite el payaso
a ser malabarista
en lugar de solo espectador.