Inicio Recomendaciones El canario rubio (IV)

El canario rubio (IV)

0
0

IV

POEMAS

(1921 – 1933)

 

EL CANARIO RUBIO

Un canario rubio de mi vecinita

todas las mañanas, en el platanar,

deshoja a trinos la azul margarita,

la azul margarita de su canturrear.

Cuando despuntaba la aurora risueña

y sus tiernos rayos prodigaba el sol,

oh cómo llegaban del rubio canario

los trinos alados desde el corredor.

Eran sus ojitos, risueños y bellos,

como los del ama, nevada y feliz,

y era su plumaje como sus cabellos,

polvo de oro encima de una flor de lis.

Una mañanita pálida y nublada

no escuché su canto bajo el platanar;

miré entre las hojas su jaula dorada,

pero con las puertas, ay, de par en par.

Después me dijeron, con penas y llanto,

que el canario rubio de su jaula huyó.

que jamás oyeron sus trinos y canto,

desde cierta tarde, la tarde anterior.

La suerte insondable, con ciego misterio,

quiso que ayer tarde, vagando al azar,

llegasen mis pasos hasta el cementerio,

y un sepulturero me dijo al hablar:

“Aquí en esta tumba, cerca de ese osario

que se alza a la sombra de ese alto ciprés,

viene por las tardes un rubio canario,

y en sus trinos reza yo no sé por quién;

pero ya hace un año que el ave divina

canta desde lo alto, bajo el cielo azul,

y cuando ya el sol en poniente declina,

desciende a estas losas y canta en la cruz.

Yo no sé qué siente, no sé por qué viene,

pero cuando canta rasga el corazón;

y cuando se pierde, volando en oriente,

lloro en esta tumba, de pena, señor.»

Álvaro Peniche Castellanos

Continuará la próxima semana…

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.