Editorial
La noticia trascendente, culturalmente hablando, en estos días recientes, ha sido el reconocimiento de un antiguo suburbio: el de la Ermita de Santa Isabel, zona céntrica actualmente por la expansión horizontal de nuestra Mérida, otrora ruta de salida de Mérida, recalcando la calidad histórica de esta ciudad y sus sitios relevantes.
En efecto, ha sido enaltecido el barrio de la Ermita de Santa Isabel ubicado, desde los tiempos coloniales, a cercana distancia del Arco de San Juan que otrora señalaba el límite sur de la ciudad de Mérida.
La zona fue un sitio que la visión de un alcalde ejemplar, Don Agustín Martínez de Arredondo, señaló en 1962 para su rescate visual, manteniendo la infraestructura urbana antigua, realzando la presencia histórica de la calle 64 con adoquines franceses, rescatados de varios sitios recién asfaltados por ese entonces.
La pequeña iglesia fue remozada, su jardín interior dotado de una pequeña cascada, y los patios eclesiales sembrados con plantas nativas de Yucatán.
Vale recordar que esa arteria, convertida en la calle 66, daba a la antigua zona de tolerancia al final de la calle 66. Un antiguo portón, retirado de una casona en la esquina de la calle 59 x 62, se ubicó al costado norte del patio del templo, En el patio aludido, desde un altillo, una pequeña cascada refrescaba el ambiente; la parte superior del mismo era un espacio llano donde se procedía a la instalación de un nacimiento cristiano cada fin de año.
Hay que reconocer que la visión de este alcalde, Don Agustín Martínez de Arredondo, persiste en el inicio de las Serenatas de Santa Lucía todos los jueves, acción cultural con la que se ha incentivado una estancia creciente de visitantes en Mérida que, por ese entonces, era sitio de alojamiento de viajeros con agenda para visitas de zonas arqueológicas mayas, exclusivamente.
Antes de su gobierno, los viajeros visitaban tales zonas arqueológicas. Con sus acciones, Don Agustín motivó que también prolongaran su presencia en Yucatán por unos días adicionales para recorrido urbano y de otros espectáculos.
Buenas acciones de un gran alcalde: Don Agustín Martínez de Arredondo.