Cátedra Juan García Ponce
Los días 24 y 31 de septiembre de 2023, en el centro cultural Casa del tiempo de la UAM, en la ciudad de México, tuvieron lugar las sesiones 3 y 4 de la serie de pláticas sobre “El arte y lo sagrado”, en el marco de la Cátedra Juan García Ponce, de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Fernando Gálvez dedicó su plática a analizar la obra de los pintores Rufino Tamayo y Francisco Toledo y su relación con lo sagrado, insistiendo en la importancia que tuvieron para ambos la herencia indígena, el arte precolombino y el arte popular, sin que por ello sintieran que tuvieran que renegar de la tradición artística europea, en la cual se reconocían igualmente. No obstante, hizo hincapié en la visión crítica que ambos pintores desarrollaron con respecto a la historia del cristianismo en su relación con las tradiciones indígenas. El ponente insistió, además, en la capacidad de Toledo de integrar al ámbito creativo una diversidad de materiales característicos de los pueblos originarios: calabazas secas, guajes, piedras, semillas, caparazones de tortuga, etcétera. También recordó la forma en que el artista supo celebrar el erotismo y erotizar, a través del arte, todo lo que lo rodeaba.
José Manuel Velasco resaltó que la noción de lo sagrado sigue presente en el arte contemporáneo, al igual que lo estuvo en el momento de las vanguardias: Breton, Cocteau, Hugo Ball, Artaud vivieron su camino como un apostolado. Se concentró después en demostrar de qué manera la idea de repetición es conducente al sentimiento de lo sagrado. Según el ponente: “la repetición es una vía de acceso a lo sagrado. Al repetir deliberadamente una acción, un gesto o una palabra suele abrirse un espacio” que nos lleva siempre a un “presente diáfano y enigmático que nos llena con su frescor.” Ilustró esta idea a través de un gran número de manifestaciones artísticas: desde la danza tradicional del kechac, o danza del mono, en Bali, hasta la obra de Francis Alÿs y de Sol LeWitt, pasando por la de Duchamp.
Carla Faesler relató la manera personal en que se relacionó con el artículo de Juan García Ponce “El arte y lo sagrado”, constatando que era importante que tomáramos consciencia de la manera en que la cultura occidental nos ha condicionado ya que, en última instancia, “Lo sagrado es una construcción mental”. Reflexionó igualmente sobre la forma en que “la mente estructura y fabrica el mundo inmaterial”. A través de un gran número de ejemplos, la ponente puso de relieve la dificultad que tenemos en nuestra época para entender lo sagrado tal como lo presentaban otrora los grandes estudiosos como Mircea Eliade, Émile Durkheim e inclusive Georges Bataille, quizás debido a la forma en que corrientes de pensamiento como la teoría crítica, el posestructuralismo, el feminismo o los estudios decoloniales han venido deconstruyendo el significado canónico del arte y lo sagrado en occidente. No obstante, también resaltó el valor del arte per se.
El que escribe estas líneas consideró que la forma en que García Ponce analiza la obra de Balthus, y en particular La Lección de Guitarra en su ensayo “Una lectura pseudo-gnóstica de Balthus”, tiene grandes afinidades con su interpretación de la pintura de Klee y de Fernando García Ponce. Juan García Ponce nos dice de La lección de Guitarra que en ella presenciamos el “secreto de esa humillación del cuerpo a través de la entrega al placer que debe conducir a la liberación del alma o a mostrar el culto al orgasmo que, según Carpócrates, es un liberador de la ‘luz celeste’.» Al mismo tiempo, para Juan García Ponce, la pintura de Klee busca revelarnos “la razón de ser interior de las cosas”, mientras que la de Fernando García Ponce constituye una respuesta “que no es otra que la presencia y revelación del ser en lo representado, le devuelve la realidad a las apariencias y nos restituye al mundo.” El ponente consideró que las tres interpretaciones corresponden todas a lo que entendía Heidegger con el concepto de aletheia.
ESTEBAN GARCÍA BROSSEAU
