Durante casi setenta años, el periódico abuelo que nos ha dado nombre, formación y principios, cobijó inquietudes y sembró ideas de justicia social, hoy cuestionadas en un mundo convulso y en un país generoso como el nuestro, que atraviesa uno más de sus ciclos de cincuenta años en crisis.
Una revolución, la primera mundial del siglo pasado, sucesos críticos de 1968 y los que ahora se imponen con presencia ominosa para la convivencia nacional, son por lo menos tres ejemplos, a los cuales se pueden agregar nuestra lucha de independencia nacional y las batallas juaristas por nuestra autodeterminación como país, que ganamos contra las potencias de Europa pero perdimos contra una de América.
“Diario del Sureste”, nacido y crecido bajo esos principios de lucha social, resurge en este día de su aniversario fundacional en 1931. El 20 de noviembre, para las generaciones periodísticas forjadas entre el papel y la tinta de un periódico ejemplar, tiene un hondo significado, enseñanzas que transmitir, pensamientos que sostener, historia que hay que seguir construyendo.
Un colectivo de trabajadores, recipiendario de conocimientos y ejemplos de lucha periodística de una generación de grandes personajes, que alcanzaron niveles de excelencia en la cultura de Yucatán, tendrá a su cargo a partir de esta fecha simbólica, la lucha por la permanencia de los principios que invariablemente ha sostenido “Diario del Sureste”.
No será tarea fácil, pero de inicio, con una frecuencia semanal operaremos con secciones que nos son características, manteniendo lejanía de los fines del periodismo perverso, comercializado lambiscón. Nuestra bandera es Yucatán, su gente, su cultura, sus personajes, su evolución y desarrollo, referencias históricas, un mejor futuro para quienes, aun ahora, se levantan con el sol y se acuestan con el hambre en la tierra donde sus antepasados se arraigaron y aprendieron a vivir y convivir debemos continuar con esos propósitos.
En nuestra primera publicación, un saludo a Yucatán, a México y al mundo.
Los saludo con afecto y emoción, bienvenidos a la palestra del periodismo libre,yo me formé como periodista en el Diario del Sureste, me siento orgulloso de ello, tuve en él,a grandes Maestros como mi padre Don Abelardo Barrera Osorio, escritor,poeta y periodista hoy injustamente olvidado. Les saludo con afecto y les deseo de nuevo muchos éxitos.