XXIII
Gorgona
Que se detenga el tiempo sin tocarte.
RUBÉN BONIFAZ NUÑO
Mira nomás.
Qué cosas vemos:
Por esta calle
que pisamos
pasa un rostro
como el tuyo
dentro de
veinte años.
No te enojes.
Ésta que vimos
culpa mía no es.
Tampoco tuya, no.
El tiempo
es culpa ajena.
Y su rostro
es el nuestro.
Mira, amorcito,
cuando el tiempo
te alcance
estaré junto
a ti, de veras; sí cariño…
te lo juro, vidita.
Ya pasó ya, ya…
Raúl Cáceres Carenzo
Continuará la próxima semana…