Visitas: 0
Letras

Lourdes Santos
Nuevo año y los correspondientes propósitos –aprender inglés, bajar de peso– no han funcionado.
Decidí investigar sobre cómo conservar la juventud eternamente. El precio por pagar: “hacer un pacto con el demonio”.
Me dispuse a visitarlo.
En el domicilio de Don Diablo se informa: ¡Atención diaria sólo a veinte personas!
Paso a una Sala donde esperan 220,000 clientes.
Lamenté mi poca preparación matemática. Pedí ayuda. Calculadora en mano concluí: Esperar como treinta años… ¿valdría la pena? Tengo cuarenta y cinco. Me perdería cinco mitotes presidenciales, posibles aventurillas amorosas, saber si vive la mamá de Luismi, vendimias y pachangas.
¡Mejor lo pensaré!