En Abalá y Cacao
En la lejanía geográfica, en medio del abandono cultural, en el desconocimiento y olvido de su grandeza musical, el origen de Don Daniel Ayala lo hallamos en Abalá, este pequeño municipio olvidado por las autoridades estatales durante un largo período.
Ahí en Abalá, donde el clima y las condiciones ambientales hacen difícil la supervivencia, se está dando desde hace algún tiempo un renacimiento musical y artístico, surgido de la tradición heredada y la vocación natural hacia la cultura que vive y permanece en la población. Ahí nació uno de los cinco más grandes músicos mexicanos: Don Daniel Ayala Pérez. El olvido cubre su memoria.
Los niños de Cacao, comisaría de Abalá, son un claro ejemplo de este renacimiento. Hábiles con las manos creativas, elaboran pequeñas piezas de madera que lucen como obras de arte, ocupando su tiempo en tareas útiles en lugar de lanzarse por el camino de la vagancia y los vicios.
El trabajo de promotoría cultural que se lleva a cabo en Cacao nos satisface plenamente cuando vemos y damos fe del gusto y la laboriosidad de los pequeños, nos expresa el principal impulsor de ese sano movimiento: el Mtro. Arsenio Rosado Manzanero.
Oriundo de Cacao, él mismo enaltece los espacios de sus recuerdos infantiles, que son los mismos de su convivencia cotidiana con los niños del Centro Cultural que ha creado, impulsado, e incluso sostenido económicamente, a la espera de una comprensión oficial que aún no transita por los caminos polvorientos de Abalá.
No obstante, su fe no disminuye y cada dificultad es un aliciente a sus ansias de que su tierra, su Abalá y Cacao, avancen y se consoliden superando sus carencias heredadas.
Luis Alvarado Alonzo