Continuamos con ese recuento de los locutores más destacados en el país. En la primera entrega comentamos que tras el micrófono han estado poetas y escritores, pero también actores y comediantes, como fue el caso de Arturo de Córdova, los cantantes Manuel López Ochoa y Lola Beltrán, Tin Tan y Marco Antonio Campos “Viruta”.
En esta lista debemos incluir a Ramiro Gamboa (Mérida, Yucatán, 2 de diciembre de 1917 – México, D.F., 29 de diciembre de 1992) quien fue un locutor, actor y presentador infantil mexicano, famoso por su personaje de El Tío Gamboín. Es recordado por su trabajo como uno de los anunciadores de la barra de dibujos animados de XHGC-TV, Canal 5 de Televisa. En 1937, su padre compró una estación de radio, rentó una casa en Mérida, adquirió un equipo en 10 mil pesos, y nombró a Ramiro gerente de la empresa, ante un destino incierto, ya que eran los inicios de la radio en la entidad y no era un negocio del todo rentable.
Luego de esa primera experiencia, pasó a formar parte de los locutores base de la XEME de Mérida por dos años. Ramiro Gamboa formó inolvidables parejas con otras personalidades como Arturo Ernesto Manrique Elizondo, «El Panzón Pan seco«, a quien conoció cuando trabajaba en la XEQ en el programa «El yate y la tortuga«, unión que duró 13 años, y con ‘Chabelo‘.
Otro personaje fue Ricardo López Méndez, mejor conocido como el Vate. Locutor y compositor, nació en Izamal, Yucatán, el 7 de febrero de 1903. En 1930 fue locutor fundador de la estación radiofónica XEW, donde realizó el primer control remoto desde el Teatro Imperial, dos días después de fundada la estación. En 1967 recibió la Medalla Yucatán, que otorga el gobierno a sus ciudadanos más distinguidos; en 1986 fue galardonado con la Medalla Agustín Lara por su labor dentro de la música.
Fue fundador de la Escuela Nacional de Publicidad, y decano de los Locutores de la XEW. Aportó a Guty Cárdenas siete poemas: “Nunca”, “Quisiera”, “Golondrina viajera”, “Aléjate”, “Si yo pudiera”, “Tú fuiste” y “Yo quiero ser”. También aportó sus versos a Ricardo Palmerín: “Languidece una estrellita”, “Yo no quiero que llores” y “Luminosamente bella”; a Pepe Gómez, “La calle se vuelve clara”; y a Wello Rivas, “Callecita”.
Escribió “Tu partida” con Gonzalo Curiel; “Amor, amor”, “Mar”, “Desesperadamente”, “Mi corazón abrió la puerta”, “De corazón a corazón”, “Tu dónde estás”, “Lo mismo que ayer”, “Noche” y “Para decirte te quiero”, con Gabriel Ruiz; “Íntimo secreto”, “Ojos gitanos” y “Tu boca me engañó” con Alonzo Esparza Oteo. Para Manuel Esperón escribió “La mujer del puerto”, “Canción del marino”, “Engáñame”, “La sin ventura”, “Media noche” y “Que Dios me perdone”, que sirvieron de temas de películas nacionales. En 1976 recibió la Medalla Guty Cárdenas y en 1984 la Medalla Eligio Ancona.
Como poemas nos legó su obra cumbre “Credo Mexicano”, así como Estigma, Noche, Nunca, Poema en tu Cuerpo y Primaveral.
LUIS MIGUEL IZQUIERDO RUBIO
