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Del Bolero

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Recordando las Charlas de Café

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

Evocar los viernes de “Charlas de Café en la Sala de Arte del Teatro “Mérida” me hizo pensar en mi trabajo cultural de concertar artistas, conferencistas, poetas, cantilenistas, músicos, cantantes, etc., para ofrecer una noche de solaz y esparcimiento cultural a nuestros invitados que llenaban ese auditorio para 94 personas ligadas a nuestra corriente cultural.

En esta columna nos adentraremos a campos de investigación musical, pues esa fue una noche para escuchar y bailar “Boleros”. Como dice la tradición popular: “El Bolero es un Poema que se baila pegao”.

Pero ¿qué es el Bolero?  ¿Un género de música popular latinoamericana? ¿Es el tesoro de la desinhibida pasión de los pobladores de este lado del mundo? ¿El corpus de ideas, representaciones simbólicas y argumentos que manejamos los latinos referentes al amor? ¿Es el Bolero una lengua común, un código aprehensible en todo el continente, o patrimonio exclusivo de la sensibilidad del Caribe y México o un eficiente mercadeo de un elemento impuesto a la identidad latina?

Entremos en materia; escuchemos nuestro primer Bolero en la voz de Ligia Canto, “Luna de Varadero” con “Pepe Chucho” Angulo al piano con espacio para tres parejas, que disfrutarán del mismo.

II

Si bien el nombre de Bolero se ha tomado de una danza típica española, al parecer derivada de la seguidilla, el Bolero en nuestras tierras posee características musicales que en nada lo emparentan con el ilustre homónimo.

Hoy los estudiosos de este género musical, no dudan en señalar a “Tristezas” de Pepe Sánchez, como el primer bolero que se tiene noticia.-1886-

El bolero llegó de España y experimentó una trascendental transformación en la Isla de Cuba, para luego viajar a la Península de Yucatán y conquistar a través de las interpretaciones de “Guty” Cárdenas, a todo México.

El Trío “Los Panchos” lo internacionaliza más tarde, una vez transformado en bolero urbano al que Agustín Lara le imprimiría su propio sello, y que se quedó para siempre en el gusto de todos los mexicanos.

Hoy nuestro pianista y su percusionista “Willy” Gómez Moreno con Ligia nos interpretarán el bolero inmortal de Cesar Portillo de la Luz, “Contigo en la Distancia”, y a bailar se ha dicho.

III

Bolero: género vivo al fin, el bolero no ha dejado de sufrir modificaciones en su ya largo tránsito.  En cada época ha recibido, sin alterar sus contenidos y morfología esenciales, enriquecedoras renovaciones, las mismas que han motivado que se asocie a cada uno de los períodos de oro de la música popular cubana y nacional en el siglo anterior; ha resistido diversos formatos y ha acompañado, embelleciéndolos a géneros bailables tan prestigiosos como el Danzón, el Son, el Mambo y el Cha Cha Cha, en préstamos sucesivos y mutuamente genésicos.

El bolero, según algunos investigadores, propiamente surgió cuando los músicos trovadores santiagueros con José “Pepe” Sánchez, y la generación de músicos entre los que se encontraban, Sindo Garay, Manuel Corona, Villalón, fue conocida como la Vieja Trova Cubana; estos músicos comenzaron a interpretar el género canción con acompañamiento de guitarra a ritmo de danzón y con

cadencias de danza habanera, la cual seguía teniendo importante presencia entre los años de 1915 y 1920 cuando aún eran cantados por la trova de Santiago de los Caballeros y en la bohemia Santiaguera.

Lo que sí es un hecho innegable es que el bolero resurge cuando Cuba alcanza a ser una República en 1902.

Aunque los boleristas cubanos tienen su estilo propio, los mexicanos también dieron un sello propio, con “Los Panchos”, y ahora el trío “Los Duendes del Mayab”, les darán una serenata, con tres boleros de los grandes de Yucatán, como Luis Demetrio, Juan Acereto y “Coqui” Navarro.

IV

Es sabido que el Bolero ha sido adoptado “multitudinariamente” en las comunidades norteamericanas, incluso en aquellas que poseen una composición étnica bastante alejada de la norma Caribe, como pueden ser Chile, Argentina y Perú, y que los buenos ejemplos del género abundan en casi todos los países dentro del marco de nuestra lengua (incluida España, que ha recibido de vuelta la pelota), pero son sólo tres países sin los cuales no se podría escribir el apasionante relato de la génesis, el desarrollo y el arraigo de esta manifestación, y son Cuba, México y Puerto Rico.

El primero de abril de 1893, nace en Palmira (cerca de Cienfuegos) el compositor cubano Eusebio Delfín a quien se atribuye haber logrado introducir la música trovadoresca de Cuba en las altas esferas sociales, pues antes era considerada música de campesinos.

Su familia era de clase social acomodada, lo que queda demostrado con el hecho de que estudió en uno de los mejores colegios de Cuba que pertenecía a los hermanos Maristas; ya de adulto fue director de un banco cubano lo que le permitía amplio desahogo económico y, por si fuera poco, estaba casado con una hija del magnate del ron Emilio Bacardí Moreu.

Su primera aparición como trovador profesional fue en el Teatro Terry de Cienfuegos en 1916, acompañándose el mismo con la guitarra.  Fue, además, uno de los primeros músicos cubanos en tener acceso en 1923, a un estudio de grabación portátil procedente de Estados Unidos. También se le atribuye el mérito de introducir algunos cambios en la manera de interpretar boleros, pues en aquel entonces se acostumbraba acompañarlos con el tipo de rayado o rasgueado que Eusebio Delfín, cambió con un ritmo semi-arpegiado que causó gran sensación entre los trovadores por su originalidad.

Su mayor éxito fue el bolero “¿Y tú que has hecho?”

V

Se cree que entre los años de 1908 y 1910 el bolero cubano llega a México a través de nuestra Península Yucateca, aunque hay quienes afirman conocer una grabación hecha en México en 1907 del bolero “Tristezas”, que no he podido constatar.

El primer bolero del que se tiene noticias de haber sido compuesto en tierras mexicanas es “Presentimiento” (aproximadamente en 1913) el cual lleva música del compositor campechano Emilio Pacheco Ortega y versos del poeta español Pedro Mata y que fuera posteriormente grabado en Nueva York en la voz del trovador y compositor “Guty” Cárdenas.

Por el intenso contacto entre los puertos del sur de Cuba y la Península de Yucatán, el Bolero pasa a tierra Maya y luego a suelo Azteca y allí encuentra territorio fértil; las primeras manifestaciones son en suelo yucateco remitiéndonos al año de 1919 (Morena Mía) de Armando Villareal y 1924 y “Quisiera”, “Para Olvidarte” “Pasión” “Si Yo Pudiera”, “A Que Dejar”, “Aléjate” y “Fondo azul” de Augusto Cárdenas Pinelo.

Aquí, nuestros trovadores se dieron gusto complaciendo a nuestro público cafeteril, con cinco boleros yucatecos de la trova peninsular. El trío estaba integrado por su fundador Clemente López, Tomás Gamboa y Gregorio Brito, y fueron el pilar trovero al Festival de Santiago de Cuba, junto con William Gómez Moreno, percusionista y solista y Pastor Cervera, con el rasgueo cubano de su guitarra, y el que escribe como conductor y charlista en el Simposio paralelo. Para dejar la huella del Mayab en el solar cubano.

VI

El Bolero, en dos palabras, ha roto a lo largo del siglo anterior las fronteras esquemáticas de nuestros países, agrupándolos bajo la certeza de pertenencia común a un ámbito mucho más aristocrático: el del sentimiento.

Las “Charlas de café” las iniciamos bajo la Presidencia del Dr. Alfredo González Tamayo durante cinco años, nombrándosele Presidente Vitalicio. Luego tomé el timón como Presidente Ejecutivo durante ocho años, contando con la participación del Instituto de Cultura de Yucatán; posteriormente el proyecto lo autorizó también el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, “CONACULTA” y la Secretaría de Cultura y las Artes de Yucatán, en sus espacios Sala de Arte y la Cineteca “Manuel Barbachano Ponce” del Teatro “Mérida” -ahora “Armando Manzanero”- y el teatro “Daniel Ayala” para nuestros eventos anuales mayores. Contamos con el apoyo de dos funcionarios y personalidades de la Cultura en Yucatán, el Dr. Raúl Vela Sosa y el C.P. Luis Alvarado Alonzo, para cambiar la dimensión del trabajo cultural de “Charlas de café” A. C.

Esa noche participaron las sopranos Ligia Canto y Margarita Zavala, el pianista José Jesús Angulo, William Gómez Moreno, percusionista y cantante, Carlos Cárdenas; barítono, Los “Duendes del Mayab”, trovadores y las parejas del público que bailaron en el escenario, nuestro cuerpo técnico de iluminación y sonido y Alfredo Chi, edecán que entregaba el café y galletas durante el evento y al personal que el Teatro Mérida ponía a nuestra disposición como edecanes y repartidores de programas del espectáculo para su lucimiento, la promoción periodística de Lean Alejandro y radial de los viernes al mediodía, cobertura completa. Gracias.

Una noche de bellas voces cantando boleros inolvidables de Cuba, México y Puerto Rico, llevándonos con la imaginación a ese goce interno de la música romántica que perdurará siempre.

Referencias

La Habana suena a bolero | HavanaXperience – Agencia Organizadora de Viajes a Cuba

Trovadores Yucatecos: La historia de un bolero (trovadores-yucatecos.com)

 

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