Diario del Sureste Digital
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Para nosotros que hemos hecho periodismo desde nuestra juventud, el Diario del Sureste es un símbolo de la verticalidad de pensamiento tanto de sus directores, editorialistas y escritores. Hemos hecho del periodismo una profesión sin título que no necesitamos, pues sus páginas siguen abiertas a nuestras plumas desde que formamos en 1952 la Asociación Periodística Estudiantil Yucateca APEY, en la Universidad Nacional del Sureste, como “una generación comprometida con Yucatán”.
Luis Alvarado Alonzo, nuestro director general, hace 10 años compró los derechos del nombre y del logo, dando vida al Diario del Sureste en forma virtual, adaptándonos a la nueva era digital. Parece que fue ayer que caminamos en esta brecha periodística de informar y de alguna forma culturizar a las nuevas generaciones, hacerles sentir que hay que rescatar la historia. Si la quieren comprobar, en el antiguo local del Diario del Sureste que ilustra la portada de este reportaje se encuentra la Hemeroteca del Estado. Ahí están todos los diarios editados y su archivo fotográfico, que no tiene precio. Es la historia de Yucatán y de México al mismo tiempo.
Desde 1932, Diario del Sureste fue un símbolo del laicismo y análisis profundo de las políticas locales y del país en general. Recuerdo cuando Patrón Laviada lo despreció, luego Ivonne Ortega le dio la puntilla y se cerró por completo… hasta que Luis Alvarado Alonzo lo rescató del olvido y compró los derechos para poder utilizar el mismo nombre que nos forjó como periodistas, Diario del Sureste. Fui corresponsal viajero para el Caribe y América Latina, cumpliendo las encomiendas culturales y políticas de cada zona visitada; en dos ocasiones, cuando fue director del Diario el historiador Oswaldo Baqueiro López, se me encargó la dirección de sus suplementos culturales. Se me entregó la Medalla que lleva en nombre de Oswaldo Baqueiro por una trayectoria de vida en el Periodismo Cultural. Fue mi escuela y mi casa en importantes eventos en los que he participado.
Esta semana recordamos estos 10 años de periodismo digital Luis Alvarado Alonzo, Nasser Badí Xacur, Carlos Suárez, Francisco Cámara y el que escribe, durante nuestra cita mensual en la misma Cafetería Pop que vimos nacer en 1971 y era nuestro refugio juvenil universitario. En 10 años ya levamos un buen trecho hacia los 3 millones de visitas en todo el mundo.
Como corresponsal cultural y deportivo por casi toda América Latina, he cubierto Festivales Musicales en Cuba, Colombia, Puerto Rico, Argentina, Uruguay, Chile, México y otros. He conocido literatos, poetas, músicos, empresarios y deportistas. He podido editar como pistón de todos ellos libros como “Caminando por las Calles de América”, en honor a nuestro poeta, cantilenista y amigo Carlos Duarte Moreno, título como su columna en el Diario del Sureste; “Dos Latitudes” México-Argentina que hice con el Cronista Vitalicio de la Ciudad de Boca Mario Paolucci, en Argentina; y “Pensamiento Poético Latinoamericano” con 16 poetas de México y 11 poetas de países Latinoamericanos y míos; fungí como coordinador de todos ellos. El prólogo lo hizo la literata argentina Raquel Mongiello en Santa Fe, El Rosario. Me han invitado a tres presentaciones del mismo Raquel Mongiello en Buenos Aires y Santiago de Chile, Mario Paolucci en Boca en la Argentina, y Hugo Altez Alberti, en Maldonado, Uruguay.
También he recibido invitaciones de los Hermanos Monrroy en Colombia, y a Cuba no sé cuantas veces en La Habana y diferentes provincias, entre las que sobresalen Cienfuegos, Guantánamo, Matanzas, Santiago de Cuba y Pinar del Río. Estos recuerdos alegran mi vejez. Puedo seguir tundiendo el teclado, antes el de mi máquina de escribir –que conservo y es mi compañera en mi estudio donde ahora, con la ayuda de una lupa, continúo tecleando cuartillas para el Diario del Sureste y revistas culturales latinas, una en especial de Publi-libros, en Manila, Filipinas para su directora Maya Ramírez, mi representante como escritor en su país.
Solo me queda agradecer a Sergio Alvarado Díaz, a quien envío cada uno de mis escritos para su publicación, sus atenciones por su tiempo en la revisión de errores de dedo, ya que mi disminución visual a veces me traiciona pues el teclado lo manejo de memoria. Gracias.
Van mis felicitaciones a quienes leo sin falta: José Juan Cervera, Juan José Camal y Jorge Pacheco, director de la editorial Voz de Tinta y maestro literario. Los tres son un puntal de calidad para los que somos lectores y colaboradores asiduos del Diario del Sureste. Un abrazo.