XII
ABEJA AFRICANA, LOQUE AMERICANA Y VARROA JACOBSONI EN YUCATÁN.
Continuación…
Materiales y Métodos.
Para conocer la distribución de la varroasis en el estado de Yucatán, se procesó la información de las muestras de abejas adultas colectadas por técnicos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR) en las colonias comerciales establecidas en diferentes sitios del estado de Yucatán durante 1995 y se colectaron muestras de abeja provenientes de las 7 regiones socioeconómicas del estado durante 1996.
Para cada colonia se colectaron un total de 300 abejas obreras adultas provenientes de panales retirados del nido inferior (cámara de cría) y fueron colocadas en frascos de vidrio conteniendo alcohol al 75% para su conservación, previa identificación de la colonia, apiario y sitio de colecta.
Las muestras colectadas se procesaron en el Laboratorio de Apicultura de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de acuerdo con la metodología propuesta por De Jong et al (1982), la cual consistió en colocar las muestras (abejas y alcohol) de cada colonia en frascos de plástico invertidos (con la tapa hacia abajo) conteniendo una tela de alambre con aberturas de 2 mm cerca de la boca y se agitaron durante 30 minutos (agitador mecánico a 180 r.p.m.) con la finalidad de separar a los ácaros de las abejas y permitir que éstos se depositen cerca de la boca del frasco donde la malla actúa a manera de embudo, permitiendo después de la agitación retirar solo los ácaros, quedando las abejas dentro del frasco.
Para determinar los niveles de infestación en cada colonia, se dividió el número de ácaros contados entre el número de abejas de la muestra y se multiplicaron por cien (De Jong et al, 1982).
Resultados Preliminares.
Durante 1995, personal técnico de la SAGAR realizó colectas de abejas adultas en 25,427 colonias de abejas comerciales provenientes de diferentes puntos del estado de Yucatán, representando a un total de 74 municipios. Durante este período se pudo observar que el ácaro Varroa jacobsoni se encontraba presente en diferentes regiones del estado, con algunos municipios libres, y se observaron diferentes porcentajes de colonias positivas, siendo los municipios de Opichén y Chapab los que presentaron una mayor prevalencia (>60% de colonias positivas), ambos cercanos al sitio del primer brote oficial del ácaro en el estado en 1994 (Chunchucmil, Maxcanú) y los municipios libres fueron observados en su mayoría en la región oriente del estado.
Del total de las 25,427 colonias que fueron muestreadas, 4,816 resultaron positivas a este parásito, indicando una prevalencia de 18.9% para 1995.
Durante 1996, se colectaron un total de 603 muestras provenientes de colonias comerciales de las 7 regiones socioeconómicas en que se divide el estado (figura No. 1).
En la tabla No. 1 se puede observar que el 67.8% de las muestras colectadas durante 1996 resultaron positivas, con mayores porcentajes para las regiones Centro-Norte, Sur y Oriente (80.2, 80.0 y 71.3% respectivamente), siendo la región del Litoral Norte la que presentó el menor porcentaje de colonias positivas (18.2%).
El nivel de infestación promedio para el estado de Yucatán durante 1996 fue considerado como bajo (4.3 ácaros por cada 100 abejas adultas), en comparación con el nivel de infestación que señala el Programa de la Abeja Africana como crítico para el desarrollo de las colonias, el cual es del 15% (15 ácaros/100 abejas).
En la figura No. 2 se observa que el 90.1% de las colonias muestreadas durante 1996 presentaron niveles de infestación inferiores al 10%, el 8.7% de las colonias presentaron niveles de infestación entre el 10 y 20% y solamente el 1.2% de las colonias presentaron un nivel de infestación superior al 20%, principalmente en colonias provenientes de las regiones que tenían un mayor porcentaje de colonias positivas a esta parasitosis, lo cual podría estar asociado a un mayor tiempo de haberse infestado estas colonias y de haberse diseminado el ácaro en la región, lo cual ha permitido un mayor crecimiento poblacional por parte del ácaro.
Para los datos de 1996 se puede deducir que el ácaro Varroa jacobsoni se encontraba distribuido en todo el estado de Yucatán y que su dispersión ha sido relativamente rápida hacia las áreas libres, considerando que durante el período comprendido de septiembre de 1994 a octubre de 1996 el acaro se distribuyó por todo el estado, afectando a cerca del 70% de las colonias muestreadas (Figura No. 3).
Actualmente no es posible continuar evaluando los niveles de infestación en colonias manejadas comercialmente en el estado, ya que los apicultores han proporcionado o están proporcionando tratamiento a sus colonias, lo cual nos daría en un estudio posterior una menor frecuencia de colonias positivas y posiblemente bajos niveles de infestación.
Considerando los bajos niveles de infestación del ácaro en las colonias muestreadas durante 1996, se puede considerar que las mortalidades reportadas por los apicultores durante los meses previos a este estudio pudieron ser causadas por otros factores como: bajas temperaturas a inicios del año, las cuales afectaron los flujos de alimento en el campo y dentro de las colonias; presencia de enfermedades de la cría (loques), siendo necesario en ese entonces la utilización de antibióticos para evitar mayores pérdidas.
En base a estos resultados es posible recomendar las siguientes medidas de acción que pueden ser llevadas a cabo por los apicultores:
- Muestrear regularmente las colonias de abejas para diagnosticar la presencia del ácaro VARROA jacobsoni y conocer los niveles de infestación para determinar el momento apropiado para el tratamiento.
- Determinar, en base a las fluctuaciones de los niveles de infestación, las épocas apropiadas para realizar estos tratamientos de acuerdo la presencia de la cría de obreras y zánganos en las colonias y a los flujos de néctar en el campo.
- Utilizar métodos alternativos para el control del parásito (como el ácido fórmico y la eliminación de la cría de zánganos), con la finalidad de reducir el número de ácaros dentro de la colonia.
- Evitar el uso de medicamentos no autorizados por la SAGAR, para evitar contaminar la miel y cera provenientes de las colonias tratadas.
- Detectar las colonias que presentan bajos niveles de infestación del parásito y ausencia de enfermedades de la cría, para ser utilizadas en un futuro programa de mejoramiento genético con la finalidad de obtener abejas tolerantes al ácaro Varroa jacobsoni y a las enfermedades de la cría.
En 1997
Como un complemento al estudio realizado hasta el año de 1996, y con base a lo mencionado en el documento en el que se relacionan los resultados del mismo, durante el presente año (1997) se ha llevado a cabo una serie de análisis realizados en los mismos apiarios con los apicultores.
Tratándose de observaciones directas y tomas de muestras para tener un dato aproximado del estado actual de las colonias en el estado, si bien es cierto, como se menciona en el documento, que no es la realidad ya que los apicultores han procedido a tratar sus colonias con acaricidas, es necesario decir que los niveles de infestación son bajos y que la diseminación de la varroasis se ha visto disminuida, y que en una apreciación personal podríamos decir que los niveles del ácaro es de un 7% aproximadamente. Lo que sí es verdaderamente importante mencionar es que esta situación se debe a las acciones emprendidas para el control por parte de la SAGAR a través de su programa de Abeja Africana y varroasis y del Programa Alianza para el Campo, con la intervención por parte del Gobierno del estado, siendo estas acciones las que a continuación se mencionan:
Cursos – Para poder realizar los estudios mencionados se procedió a impartir cursos de capacitación a los apicultores, teniendo una duración de tres a cuatro días, en los que se abordaron temas como la africanización, varroasis, producción apícola, otros productos de la colmena, cría de reinas y enfermedades de las abejas. Durante el presente año se impartieron un total de 40.
Acaricida – Durante el presente año se procedió a la entrega, al 50% de su valor, de 302,485 tiras del acaricida denominado Bayvarol, lo que significó que se trataran 80,000 colonias aproximadamente de un total de 220,000 con las que cuenta el estado (este último dato es una estimación personal basada en los índices de producción estatal y sus promedios). Este apoyo se logró gracias a la intervención del programa Alianza para el Campo, en el cual se solicitó este renglón, y como lo mencionamos, para que el producto llegue a precios accesibles al apicultor.
Genético – También, con el apoyo del Programa Alianza para el Campo, se implementaron 2 criaderos de abejas reinas para producir material genético europeo puro por medio de la inseminación artificial. Esto se ha hecho con la finalidad de no sólo bajar los índices de africanización, sino también como un método de control a través de una mejor sanidad de las colonias ya que, como sabemos, una colonia fuerte será menos afectada por cualquier enfermedad.
Ana María Aguiar de Peniche
Noé Antonio Peniche Patrón
Continuará la próxima semana…