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De enero a febrero

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Editorial

Y CONTINUAMOS…

Estamos por concluir un mes, uno más en nuestras vidas.

El mes de enero saluda a su siguiente correlativo, febrero, acusado de ser el mes pobre, en días, del año calendárico.

Es el mismo mes de febrero al que disfrazamos con una máscara de alegría carnavalesca simulada: alegría aparente en las sonrisas, pero muy distante de los bolsillos.

Quedan atrás los sueños de aquellas opíparas cosas navideñas y obsequios recibidos de los Reyes Santos, que quizá fueron desvalijados en los cada vez más peligrosos caminos de su recorrido anual.

Luego entonces, ni sueños cumplidos, ni esperanzas realizadas.

Aquí seguimos, por el mismo camino pedregoso que reta nuestra creatividad, posibilidades y disponibilidades, a nuestra propia capacidad para continuar hacia nuestro destino final.

Quizá por ese desgaste anímico generalizado es que se ha popularizado desde hace muchos años la realización por estas fechas de carnavales en todos los municipios yucatecos.

Digamos que se nos conceden unos días adicionales para el jolgorio, la alegría, los bailes, la convivencia, en tanto percibimos, asimilamos y nos acostumbramos a la elevación de precios que nos han recetado los comerciantes en alimentos, medicinas, etc.

No nos escapamos del mordisco económico que nos han recetado en las últimas semanas con las tarifas de la energía eléctrica.

Los empresarios, no todos, pero sí bastantes, ya están “actualizando” las alzas de precio en algunos productos que distribuyen, así como también anuncian incrementos cercanos a otros diversos.

Y no hablamos del renglón de impuestos porque los gobiernos, en sus tres niveles, ya nos dejan entrever “ajustes”.

La palabra más pronunciada en estas semanas ha sido “crisis”.

Industriales, comerciantes, gobiernos de los tres niveles (federal, estatal y municipal) han dejado ver las condiciones deficitarias en que operan sus presupuestos.

Oremos porque sea la razón y la solidaridad hacia la población humilde, desposeída, lo que a final de cuentas prevalezca.

¡¡ASÍ SEA!!

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