Comidas Indebidas – Trastorno de Pica
Ingerir sustancias que no son nutritivas como tierra, piedras, papel o sustancias biológicas, son conductas que pertenecen a una enfermedad mental llamada Trastorno de Pica. La denominación del trastorno viene del nombre científico de la urraca Pica pica, por la costumbre de este animal de ingerir y robar objetos inertes no alimenticios.
La ingesta de sustancias no alimenticias es algo normal por debajo de los dos años, y suele autolimitarse alrededor de esa edad. Se calcula que entre un 10% y un 30% de los niños por debajo de 6 años de edad presentan este tipo de conducta, sin consecuencias posteriores.
La Pica no es un comportamiento exclusivo de los seres humanos. Caballos, perros, gatos, ovejas, loros, elefantes y otros animales ingieren sustancias como tierra, huesos, madera, papel, etc., que les llegan a servir para calmar problemas digestivos, suplir carencias de minerales, como desintoxicante, entre otros.
La geofagia, o consumo de tierra, es el fenómeno de pica más estudiado. El análisis de la composición de la tierra revela la presencia de caolín, carbón vegetal y otros componentes que neutralizan los tóxicos presentes en las hojas y vegetales que habitualmente consumen los primates, sintiendo un alivio de molestias digestivas (diarrea, acidez…); por lo tanto, ingerir tierra se considera como una adaptación beneficiosa.
La geofagia está descrita y extendida por todo el mundo. Al consumo de la tierra se le atribuyen funciones importantes como detoxificante, calmante de molestias digestivas, antidiarreico, e incluso suplemento alimentario de micronutrientes, sobre todo entre mujeres embarazadas con frecuencia, cediendo en general tras el parto, al igual que en niños y adolescentes.
En el caso de las mujeres embarazadas, el Trastorno de Pica se caracteriza por la aparición de antojos que consisten en la ingestión compulsiva de cosas no comestibles como el polvo, la tiza, el yeso, que ingieren para suplir las carencias de calcio durante su embarazo.
Los síntomas aparecen normalmente en el primer y segundo trimestre del embarazo, y suelen durar normalmente hasta un mes. Estos trastornos acaban por desaparecer después de haber dado a luz, pero ha habido casos en los que los trastornos ocasionados por la Pica han continuado hasta después del comienzo del parto y el alumbramiento. A pesar de ser algo normal, ya que se presenta en muchas mujeres embarazadas, los trastornos de la pica pueden causar serios problemas en la mujer embarazada y su bebé.
La pica puede causar efectos en el bebé ya que el hecho de ingerir sustancias no comestibles durante el embarazo puede evitar que el organismo absorba los minerales y nutrientes necesarios que necesita para su correcto desarrollo. Tras la carencia de estos minerales y nutrientes, el bebé no obtiene una alimentación adecuada, lo que provocaría complicaciones en el parto como, por ejemplo, que el niño nazca con un peso inferior al normal, o incluso que el niño naciese muerto.
Algunos datos de interés
- Entre un 10% y un 30% de los niños menores de 6 años presentan esta enfermedad psiquiátrica de ingerir sustancias que no son nutritivas. A menudo se ha descrito en personas con retraso mental importante.
- Suelen tener una fijación por una sustancia en concreto y la ingieren a escondidas, pero en ocasiones lo hacen públicamente.
- No existe un fármaco específico, por lo que su tratamiento consistirá en seguir una terapia psicológica.
Estos pacientes suelen quejarse de hambre, aunque el hecho de padecer el trastorno de pica no conlleva que rechacen los alimentos.
Las principales sustancias que ingieren son:
- tierra y barro
- tiza y yeso
- pintura
- piedras
- almidón
- ceniza y colillas
- cabello
- lana y otros tejidos
- hielo
- papel
- excrementos
- moco
- sangre
Los pacientes con dicho trastorno suelen presentar síntomas digestivos como náuseas, vómitos y diarreas. Es frecuente que presenten dolor abdominal (gástrico o generalizado), que en casos graves desemboca en una perforación intestinal, aumento de la salivación y alteraciones del gusto y del olfato.
El diagnóstico se basa en cuatro criterios:
- Ingesta persistente de sustancias no nutritivas durante más de un mes
- Actitud inapropiada para el nivel de desarrollo del paciente
- No debe ser una práctica sancionada socialmente (por ejemplo, comer carne de cerdo en la cultura musulmana o judía)
- Suficiente entidad propia si se asocia a otro trastorno mental, como el retraso mental, la esquizofrenia o un trastorno del desarrollo.
Es preciso realizar un análisis de sangre para valorar las posibles sustancias tóxicas que puede haber ingerido.
En ocasiones pueden recetarse antidepresivos, pero no existe un tratamiento farmacológico específico. Por lo tanto, debe llevarse un tratamiento psicológico con el involucramiento de toda la familia, para crear un entorno favorable a nivel emocional que ayude a la disminución del padecimiento ya que su causa, en ocasiones, está relacionada a los altos niveles de ansiedad.
Facebook: Psicóloga Jimena Báez
Psicología clínica y Arteterapia
