Los cocodrilos pertenecen a una especie animal muy antigua, con más de doscientos millones de años, con cientos de formas fósiles, que tuvieron adaptaciones en el transcurso de su historia al mismo tiempo que los dinosaurios. Son animales muy adaptados a los hábitats acuáticos y salobres de las áreas tropicales. Se consideran especies clave que mantienen la estructura y función del ecosistema por las actividades que realizan, tales como la depredación selectiva de especies de peces, reciclamiento de nutrientes y mantenimiento de refugios con agua durante las sequías. Los cocodrilos pueden llegar a medir 6 metros y pesar hasta 730 kilos. Sin embargo, su tamaño medio es de unos 5 metros y unos 250 kilos; pueden llegar a vivir entre 50 y 80 años, dependiendo de la especie.
Crocodylidae es una familia de saurópsidos arcosaurios comúnmente conocidos como cocodrilos. Incluye a catorce especies actuales. Se trata de grandes reptiles semiacuáticos que viven en las regiones tropicales de África, Asia, América y Australia. Los cocodrilos pertenecen a la clase Reptilia, subclase Archosauria y orden Crocodylia.
Son reptiles de gran tamaño, de cabeza ancha, aplanada y de forma triangular, con fuertes mandíbulas, que poseen dientes muy agudos que se abren con los maxilares; las aberturas de los oídos se encuentran a ambos lados de la cabeza y los orificios nasales y los ojos son prominencias que sobresalen de la misma.
El dorso de su cuerpo está cubierto de placas óseas, y en la región abdominal y lateral tienen escamas. Tienen cuatro miembros locomotores. La cola, gruesa en la base y comprimida en el punto más distante de la cabeza, es el órgano más importante para la propulsión ya que mientras nada los miembros anteriores y posteriores permanecen pegados al cuerpo. Son solitarios y muy territoriales; sin embargo, en la temporada de reproducción, hembras y machos pueden compartir los mismos espacios A diferencia de otros reptiles, presentan cuidado parental.
Todos los cocodrilos son depredadores acuáticos muy efectivos. Aun cuando están considerados dentro de los reptiles, los cocodrilos pueden mantener la temperatura de sus cuerpos dentro de límites estrechos por medio de comportamiento: asoleándose cuando están fríos o buscando la sombra cuando están calientes. Usan la boca como radiador al dejarla abierta mientras duermen.
Su metabolismo es muy eficiente, tienen reflejos rápidos y una alta habilidad locomotora en tierra que les permite, inclusive, correr erectos sobre sus dos extremidades posteriores, o bien nadar rápidamente en el agua, impulsados por su poderosa cola. Tienen buena vista y buen oído, y cuentan con la particularidad de que sus dientes son sustituidos por nuevas piezas dentales cuando se les caen las anteriores.
Presentan patrones de comportamiento complejos, con interacciones sociales, jerarquías de dominancia, vocalizaciones, alimentación coordinada y cuidado maternal.
La reproducción de los cocodrilos es por huevos. Hacen un nido, una pequeña montaña de hojas secas y tierra, cerca del agua donde la hembra desova. Pueden poner de 10 a 40 huevos con cascarón duro. En la mayoría de las especies, esta permanece cerca del nido para protegerlo contra depredadores. Al nacimiento, las crías producen una vocalización que induce a la hembra a ayudarlas a salir del nido, inclusive acarreándolas en su boca para depositar las en el agua.
Las crías permanecen cerca de la madre por varios meses y obtienen protección por su proximidad; por lo general, la madre es muy celosa del nido y de los pequeñuelos recién nacidos. Al ir creciendo, las crías se van dispersando y son cada vez más independientes; no obstante, un gran número de ellas muere por la depredación de otros animales e inclusive de otros cocodrilos, o bien por efecto del ambiente, como las bajas temperaturas.
Las crías sobrevivientes alcanzan la madurez en un período de entre cinco y quince años, dependiendo de la especie. En la mayoría de las especies, las hembras alcanzan la madurez sexual a los ocho años de edad aproximadamente. Desde el nacimiento, y hasta que alcanzan una talla aproximada a un metro de longitud, consumen insectos, crustáceos, moluscos, anfibios y peces pequeños. Por su parte, los juveniles y pre-adultos, prefieren animales de mayor tamaño como son peces, pollos de aves, culebras, basiliscos, ranas y pequeños mamíferos. Cuando alcanzan la edad adulta, se alimentan de distintas clases de animales sin importar el tamaño. Son muy longevos en condiciones naturales y hay registros de la supervivencia por varias décadas de algunos de ellos.
Bucean con muy buena visión debido a su segundo párpado transparente; los juveniles realizan un control natural de plagas de insectos o babosas al alimentarse de ellos
Es otra de las numerosas especies amenazadas por la extinción. El hombre lo persigue motivado por el amplio mercado de productos obtenidos de su piel. En la década de los sesenta, cuando la cotización de estos artículos alcanzó niveles estratosféricos, se produjo una matanza sinigual en América, quizá solo comparable con el exterminio masivo del bisonte en las praderas estadounidenses, la cual llevó a profetizar a los zoólogos: «En pocos años, los grandes reptiles acorazados, que desde hace millones de años existen en la Tierra, se extinguirán como antaño ocurrió con los dinosaurios.»
Su piel gruesa y duradera tiene gran demanda en la industria peletera, que la emplea para la elaboración de zapatos, bolsas, cinturones, portafolios, billeteras y otros accesorios. Su carne es considerada muy sabrosa en algunos lugares, y la industria de la perfumería utiliza sus dientes para fijar aromas. Además, hay gran demanda de crías de cocodrilo y caimanes para el comercio de mascotas exóticas. Por increíble que parezca, la demanda en este mercado alcanza niveles muy elevados.
Hay que protegerlos conociendo cuáles son sus principales amenazas:
- Captura y cacería ilegales
- Pérdida de hábitat
- Contaminación de cuerpos de agua
Todos debemos apoyar proyectos de conservación de cuerpos de agua en donde habitan estas especies y, sobre todo, no consumir ni adquirir productos elaborados con este hermoso reptil.
Dra. Carmen Báez Ruiz
drabaez1@hotmail.es