Cantando Cuentos Cortos
V
Nuevo Sendero
El tiempo no se detiene, nos obliga a continuar en el sendero que ya está marcado. El surco está abierto esperando la nueva semilla. Lloverá, germinará y gozaremos del fruto para nuestra felicidad.
Hablaremos de ahora, de lo que ya vemos y sentimos en la evolución: la opinión femenina va adelante, discute y aprueba con veracidad lo que es justo. ¿Por qué difiere tanto la opinión masculina de la femenina? Desde el sexo hasta la mentalidad tienen diferentes puntos de vista y enfoque; este tema se ha discutido a través del tiempo.
Cuando en los Imperios más fuertes, el Señor sentía que su opinión se tambaleaba, por la justa razón de su señora, a ésta se le declaraba loca, se le encarcelaba y, hasta los extremos, se le encadenaba. Solo en esta forma el Señor se sentía seguro de sí mismo, demostrando así que solo a él se le debía obediencia.
En nuestros días se han clausurado las prisiones, se han roto las cadenas. La voz femenina se oye en todos los medios, social, cultural, y hasta en el más difícil, que tanto esfuerzo y sacrificio ha causado, en el terreno de la política, hasta en la lucha abierta.
Vemos gobernadoras, ministras, presidentas de grandes industrias llevando la primera palabra. Se respeta y se considera su opinión.
No ha sido fácil llegar a esta posición. No se puede dejar de luchar. Tampoco se puede negar la realidad que demuestra la gran habilidad, la capacidad física e intelectual para probar su autoridad, atendiendo a tan diversas actividades a la vez como: atención a la familia, empezando por ella quien la forma, dándole vida; la dirección del hogar con todas sus complejidades; atención personal al compañero que en contadas ocasiones pone todo de su parte, a veces poco, otras lo niega todo, así demuestra su incapacidad de calidad como persona y, para dar más aún, se desenvuelve ampliamente en el mundo de los negocios.
Podemos pensar, con todas estas cualidades demostradas, que una mujer puede vivir en todos estos mundos diferentes, por lo cual no le sería difícil conducir a un pueblo para mejorarlo en todos sus sentidos.
Lo que sí tiene que ser difícil es desarraigar males tan avanzados en sus ambiciones sin límite, que hasta ve con indiferencia “el deber ser”.
Gran labor será desterrar esas raíces enfermas para limpiar el surco que espera la semilla nueva, para dar frutos sanos. La universalidad desde ver realizados todos estos senderos para dejar de ser ilusión.
PERDIDOS
Se cierran los cercos,
el tiempo aprisiona
inquietud, dudas, asombro,
preguntas mil sin respuesta.
Lamentos, llantos y suspiros,
nada encuentra consuelo,
caminamos sin rumbo fijo
barco sin timón,
podremos decir ¿estamos perdidos?
Mas no nos detendremos,
encontraremos el rumbo,
y seguiremos por él
aunque el camino sea largo.
Romperemos trampas, brincaremos cercos,
no más temores, no nos detendremos,
y aunque el tiempo apriete,
también lo romperemos.
JOSEFINA REYES SAURI
[Continuará la próxima semana]
