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Atisbando Al Cine
-Singin’ in the rain-
El cine musical norteamericano, el italiano y francés llenaron una época en la mitad del Siglo anterior; y en toda la programación que vi de esas Obras Maestras, ‘Cantando bajo la lluvia’ (‘Singin’ in the rain’, 1952) – dirigida mano a mano por los genios Stanley Donen y Gene Kelly – debe estar en las posiciones más altas.
Considero que no podría ser de otra manera: fue una de las películas más míticas del Hollywood dorado y ahora, hablando sólo por mí, me atrevo a decir que ‘Cantando bajo la lluvia’ es la película que más veces he visto. Hasta canto todas sus canciones de la misma, incluyendo una segunda parte de la canción central que me enseñó y acompañó al piano mi madre, pues ella la aprendió a tocar y cantar en Nueva York en su juventud, cuando la vio actuada y cantada por Nelson Eddie. La última vez que vi esta joya no tiene tres meses, con mi esposa y mi nieto –amante del cine, diferente al mío– en su estudio acondicionado para el caso, con palomitas de por medio; en esta ocasión la vi doblada al español, por mi dificultad visual para leer subtítulos y para no perderme detalle.
La música, el cine dentro del cine, el claqué en tecnicolor, la irresistible sonrisa de Gene Kelly, la adorabilidad de Debbie Reynolds, y el divertido Donald O’Connor nunca me cansan. Fueron el complemento ideal para el coreógrafo Gene Kelly; y les quiero contar el por qué.
El Cine dentro del Cine
En los gloriosos años del cine mudo, la gran estrella Don Lockwood cree que lo tiene todo: fama, fortuna y éxito, a pesar de tener que llevar a cargas a su compañera Lina Lamont, estrella irritante e insoportable. Pronto conocerá a la aspirante actriz Kathy Selden, y se enamorará de ella, al mismo tiempo que nace el cine sonoro. Don quiere entonces rodar musicales con Kathy, pero se interpone la popular Lina Lamont y su estridente voz, -de pito rajado, como decimos en Yucatán- a la que pronto le pondría solución.
‘Cantando bajo la lluvia’ es una historia novelada y romántica que habla de cine, sí. Más concretamente de ese periodo crítico que supuso el paso del cine mudo al sonoro, y los problemas que tuvieron que afrontar los profesionales del cine para poder adaptarse, especialmente, los actores. Una etapa de la historia del cine que muchos años más tarde volvería a tratar el francés Michel Hazanavicius en ‘The Artist’ (2011), que le daría fama internacional y a llevarse algún que otro Oscar.
La cinta protagonizada por el oscarizado Jean Dujardin tenía su encanto, pero la mítica película que Donen y Kelly rodaron al alimón es simplemente insuperable. La magia que desprende cada uno de sus fotogramas es la misma que aflora en nuestra imaginación al verla y al hacernos creer que la magia del cine existe y en la que todo es posible.
‘Cantando bajo la lluvia’, escrita por Betty Comden —una mujer guionista en aquella época era digna de admiración— y Adolph Green, cuenta con mucho humor esa transición que cambiaría el modo de ver películas para siempre. Y lo hace con mucha autocrítica, parodiando y poniendo en ridículo la torpeza con la que los estudios cinematográficos más fuertes de Hollywood no sabían cómo utilizar las nuevas técnicas sonoras.
La Genialidad de la Comedia Musical
Además de su atractiva trama -sobre todo para los amantes del cine-, ‘Cantando bajo la lluvia’ es una comedia musical y todo lo que ello significa: canciones, números musicales, coreografías, multitudinarias, decorados imposibles y colores fantásticos. Un musical que asienta sus bases irónicas ya desde la primera secuencia, en la que Don Lockwood nos cuenta desde una alfombra roja sus gloriosos comienzos, mientras en flashback vemos todo lo contrario.
Números musicales aparte – sólo el número de ‘Broadway Melody’ con la fantástica Cyd Charisse se merecería una película – tiene momentos únicos e hilarantes que, como ya hemos dicho, parodian en ese momento crítico de la historia del cine. Uno de mis favoritos siempre será el de la primera proyección de la película de Lockwood y Lamont donde el sonido se des sincroniza, o el continuo recurso de la estridente y estúpida voz del personaje de Lina Lamont, interpretada fantásticamente por Jean Hagen.
Todo ello viene acompañado de música maravillosa y canciones inolvidables, que sus protagonistas interpretan como nadie. Desde la divertida ‘Make’em laugh’, interpretada por el genial Donald O’Connor sobre la labor de los cómicos, pasando por la optimista ‘Good Mornin’, que ya habían popularizado Mickey Rooney y Judy Garland años atrás en “Los hijos de la farándula’ (“Babes in Arms”, 1939) o la emblemática ‘Singin’ in the rain’, que encumbró a Gene Kelly como una de las grandes estrellas de Hollywood y convirtió a la película en leyenda.
Como datos complementarios sobre este filme, anotaremos que se estrenó el 27 de marzo de 1952 en el Radio City Music Hall de Nueva York y la música estuvo compuesta por Arthur Freed y Nacio Herb Brown, quienes buscaron que las letras se vincularan conforme el desarrollo de la historia de la película y que hasta la fecha se mantienen como un símbolo musical. Tuvo dos nominaciones al Oscar, mejor banda sonora y mejor actriz de reparto, así como otros premios en reconocidos festivales de cine. Cantando bajo la lluvia sigue siendo uno de los musicales más importantes de la historia del cine norteamericano y, desde 1989 pertenece al Registro Nacional de Cine por su valor histórico.
Un buen fin de semana.
Alfonso Hiram García Acosta
Bibliografía:
