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Caminando las calles de París – II y concluye

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Las calles de París.

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

La mejor forma de conocer una ciudad es caminándola. En la crónica anterior mencioné algunas de sus avenidas y algunos gratos recuerdos de la Ciudad Luz durante mi visita en el 76 a la Europa Central. Abrevé cultura histórica, arquitectura, pintura y música de cada lugar, acompañado de Addy Victoria, mi compañera de vida. No lo olvidamos y hemos dejado algunos de estos recuerdos plasmados en pinturas y expuestos en las Galerías del Creative Studio “TrishArt”, con la colaboración del Instituto de Cultura de Yucatán hace algunos años.

Las calles de París las puedes encontrar escondidas tras los arbustos y entre plantas, con mesas para tomar un buen vino o un café y dejar correr el tiempo, embelesado por sus jardines y olor a flores. París es un lugar mágico.

Una calle “Charmante» de París.

Tomando distancia de las elegantes avenidas del París de Haussmann, nos topamos con lugares, algunos casi secretos, que sorprenden por su delicadeza y encanto. Voici un rincón especial de cada “arrondissement”.

Sentarse en la Rue des Barres es trasladarse al medievo.
Conoce Montmartre, el legendario barrio de artistas de París en una colina.

Cuando llegué a París mi expectación era grande. Volé de Bélgica al aeropuerto de Orly, trasladándome de ahí al “Terrace” Hotel de Montmartre, situado a menos de cien metros de la Place “Clichi”. Bebimos una botella de vino espumoso blanco y descansamos. Por la tarde salimos a Place Clichi y tomamos el metro antiguo hasta Trocadero. La noche era fría y de fuerte viento mientras caminamos la gran plaza de Trocadero, vimos la torre Eiffel y el embarcadero y decidimos regresar al hotel.

Cuando cruzábamos el puente que nos llevaba al hotel, le dije a mi esposa que se acercara al puente: abajo estaba al cementerio de Montmartre. Había en su parte baja dos hombres con unas varas y lámparas de petróleo, para alumbrarse. Estaban sacado un féretro, como si fuera una película de terror, pero inolvidable. Así fue nuestro primer día en París.

A la mañana siguiente, visitamos Montmartre, el Sacree Cour, caminamos sus calles y tomamos café en la misma mesa donde se sentaban los miembros de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial. Vimos trabajar a los pintores y charlamos con algunos de ellos. Mi esposa, de regalo para nuestra hija Addy Margarita, le hizo una acuarela grande para su comedor, como los pintores de Montmatre, con la iglesia del Sagrado Corazón al fondo, cuadro que vemos y nos hace rememorar ese inolvidable viaje a la Europa Central.

Vista de Montmartre con la basílica del Sagrado Corazón iluminada. (MARCELLO LANDOL FI/Shutterstock)

El recuerdo de Montmartre es inolvidable, bella colina que domina París se encuentra el bohemio barrio de Montmartre. Durante la Belle Époque -un periodo de la historia de Francia que tuvo lugar entre 1880 y 1914- sus calles inclinadas fueron el hogar de algunos de los artistas más legendarios de la historia. Esta zona ha sido durante mucho tiempo fundamental en la historia de París, desde la revolucionaria Comuna de París hasta el emblemático cabaret Le Chat Noir.

París es una ciudad llena de arte, y una peregrinación a Montmartre es casi obligatoria para los creadores que la visitan. Ya sea tomando una taza de café en un pintoresco establecimiento o recorriendo el antiguo estudio de Picasso, seguro descubrirás que la magia artística de Montmartre sobrevive a pesar de los años transcurridos cuando cautivó mi corazón.

Para concluir, acompáñame a algunos lugares y rincones que, cuando visites París, no debes dejar de conocer.

Restaurante “Le Consulat”, para degustar la cocina francesa y un buen vino.

No hay muchas ciudades en el mundo que acumulen tantos lugares especiales como la capital francesa. Por algo es una de las ciudades más visitadas del planeta y uno de los destinos más deseados, incluso aunque ya hayamos estado allí. No te pierdas de conocer estos famosos rincones secretos de París que son menos conocidos, pero igualmente están llenos de encanto.

Me parece que no me puedo despegar de Montmartre, seguimos en el y esta plaza no es un secreto. Para respirar el aire bohemio que la caracteriza, nada mejor que acercarse a esta plaza y contemplar de cerca cómo sus artistas inmortalizan sobre el lienzo los rincones más típicos de la ciudad y los rostros de los turistas; pero en la ilustración anterior, se distingue un toldo azul y blanco y abajo está, el Restaurante “Place du Tertre”, con un selecto menú, y otro lugar a visitar es la famosa librería “Shakespeare & Co”, que es  otro local que conocerán los más cinéfilos, ya que aparece en la película «Antes del atardecer», de Woody Allen. Este increíble lugar fue realmente protagonista en la vida de los escritores americanos de la Generación Perdida, como Ernest Hemingway o Francis Scott Fitzgerald, en los años 20′.

Casi un siglo después, los libros se agolpan entre sus estanterías, dando cobijo tanto a viajeros que se alojan a cambio de unas horas de trabajo, como gatos que parecen sentirse atraídos por la lectura.

La mítica librería Shakespeare & Co, donde al hojear libros y tomar un café parece  otra época del tiempo.

En la misma Place des Vosges podrás visitar una de las casas donde residió Víctor Hugo. Allí escribió varias de sus obras más importantes y una parte de la más conocida: ‘Los miserables’. La casa-museo tiene tres plantas y el acceso a las exposiciones permanente es gratuito.

La casa de Víctor Hugo en París en la Plaza de los Vosgos.

La casa-museo de Victor Hugo (1802-1885), el más grande escritor en lengua francesa, se encuentra en una esquina de la Plaza de los Vosgos, lugar obligado de visita para todo el que visita París. Por eso y porque el acceso es gratuito, se trata de un museo muy conocido y frecuentado.

El aura de este gran poeta romántico, de vida tumultuosa, rodeado de tragedias y autor de obras inmortales, se encarga de dar a la visita un aire muy especial. Te sumerge en otro mundo. Todos suelen salir satisfechos, algunos incluso emocionados, después de haber respirado la atmósfera del gran genio del XIX, a través de sus recuerdos personales que abarrotan las 6 estancias de la casa.

Empezamos en un café y ahora terminamos en otro. En la Maison de L’ Architecture, entre el Canal Saint Martin y la Gard de L’Est, encontramos este original y agradable rincón que, eso sí, cada vez es menos secreto.

148 Rue du Faubourg Saint-Martin es un rincón de ensueño, con magnífica atención donde tomamos el vermut de la tarde.

En los calles de París se forjaron las grandes ideas de los que tuvieron la Ciudad del Amor, como lugar de Vida o haber nacido en Francia. Ahí encontramos el Marché des Enfants Rouges, ideal para almorzar y hacer compras de frutas, verduras y quesos frescos, ayudando al prójimo al mismo tiempo. Un mercadito con grandes tablones para sentarse a comer la comida fresca comprada, o pedir las especialidades de la casa. Todos los hipsters parisinos se encuentran ahí durante el fin de semana. Como es en parte al descubierto es preferible ir con sol o calorcito.

También está Le train blue: un restaurante que parece un palacio de lujo, con vestigios de la Belle Époque de un París que se niega a desaparecer. Fue inaugurado a comienzos del siglo XX para la Exposición Universal. Es uno de los rincones más bellos y mejor conservados de aquella época, y tal vez muchos de los turistas que visitan París lo pasan por alto.

Está situado en la Estación de Lyon, y fue pensado como el buffet de una estación de trenes monumental. La decoración del buffet es suntuosa, una sala rectangular con esculturas, espejos y ornamentación dorada, con frescos que retratan los paisajes de Francia en la Gran Sala.

Suntuoso como cualquier Palacio Real francés.

Para algunos es el restaurante más bello de París, un sitio frecuentado por personalidades como Coco Chanel, Brigitte Bardot, Jean Cocteau, Salvador Dalí, o Jean Gabin. Hoy es parte del inventario de los monumentos históricos franceses y una de las visitas recomendadas para ver en la capital francesa. Por si fuera poco, es una brasserie de lujo, de cocina tradicional que muchos parisinos saben apreciar. Uno de los grandes atractivos de este pequeño palacio, está en el corazón del edificio: un jardín semicircular rodeado de columnas jónicas; y en el centro, un café y restaurante en el que, si la temperatura lo permite, es posible almorzar al aire libre en mesitas con vistas a la fuente.

Qué mejor que cerrar este artículo caminando hasta el Terrace Hotel hasta Place Clichi. Abur.

 

Fuentes

Las calles más ‘charmantes’ de París | Traveler

15 rincones de París que probablemente no conozcas | Traveler

Casa de Victor Hugo en París – Plaza de los Vosgos (guiapracticaparis.com)

Conoce Montmartre, el legendario barrio de artistas de París en una colina (mymodernmet.com)

Le Train Bleu, mucho más que un restaurante en París – Magazine Horse | Luxury

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