ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
En ocasiones me cuesta trabajo encontrar la temática de mis colaboraciones para el Diario del Sureste y para otras revistas culturales latinoamericanas que me abrieron sus páginas para reproducir mis artículos semanales. Hoy fue uno de esos días…
En mi reflexión, recordé al poeta Carlos Duarte moreno, quien fuera también director del Diario del Sureste y su columna “Caminando por las calles”. Entonces recordé mi caminata dese Place Clichi, hasta la embajada de México en París, cercana al museo del Louvre. Caminé con mi esposa Addy Victoria varios kilómetros, encontrando al París que nunca hubiésemos pisado si tomábamos un taxi. Descubrimos a su gente, sus cafés, sus galerías de arte, sus comederos y su arquitectura sin adentrarnos en su historia; tan solo degustar visual nos hacía entender por qué la ciudad luz es la más visitada en el mundo.
La mejor forma de recorrer las calles más populares de París es a pie. Solo hace falta pasearse por los distintos barrios, que aparecen en multitud de películas, programas y libros para descubrir y captar la esencia de la ciudad.
En 1976 fuimos a conocer la Europa Central, siendo la única ocasión que he visitado París: mi esposa, en sus viajes a España, la visitó cuatro veces con su amiga Marisa Diez. Pudo viajar en avión y ferrocarril, para conocer la ruta por vía terrestre. Fruto de esos viajes, se han publicado algunas fotos y poemas de ella en las páginas del Diario del Sureste: en Trocadero, en la Torre Eiffel, en los cafetines y junto a las chimeneas cuando el frío aprieta en toda Europa.
Si quieres sumergirte en el glamuroso, excéntrico y mundano modo de vida parisino, ponte un buen calzado y explora la capital francesa a pie. Recorre los Campos Elíseos o callejea hasta la Rue Saint-Rustiqué; en las calles de París descubrirás los mejores lugares de la ciudad para comer, explorar y comprar.
De ese viaje del 76 solo conservo un lienzo al oleo que pinté de Venecia -mi esposa ha pintado varios sobre temática francesa, como el Moulin Rouge, varias de sus calles, de Montmartre y otros-, todos con el sabor del París que conocimos juntos.
La avenida Víctor Hugo se halla en el distrito XVI de París. Es la segunda avenida más larga de la capital francesa, solo por detrás de la de los Campos Elíseos, y se extiende desde el Arco del Triunfo hasta la avenida Henri Martin. Esta avenida lleva el nombre del novelista y poeta francés Víctor Hugo. Hay una estatua en su honor al final de la calle, cerca de la intersección con la avenida Henri Martin. Aquí no encontrarás tantas tiendas y boutiques exclusivas como en otras avenidas parisinas, así que aprovecha para pasear tranquilamente y admirar la hermosa arquitectura de los edificios lejos de aglomeraciones turísticas.
La vida nocturna de París en altamente conocida. Nuestro plan incluía visitar el Lido de París y Le Petit Balcon; el primero fastuoso, un derroche de dinero y tecnología teatral, con un elenco de más de cien artistas de primera línea; el segundo, la mejor variedad a los pies de nuestra mesa, con sabor a París y el mejor estriptís que hayamos visto, de buen gusto y teatralidad asombrosa.
Aunque nos hospedamos en el Terrace Hotel, a unos pasos del Moulin Rouge, este solo lo conocimos por fuera. Mi esposa ya hizo un par de cuadros de esa zona, en verano e invierno, que son caras diferentes.
En la avenida Montaigne se hallan un gran número de marcas de moda de lujo, como Dior, Louis Vuitton, Fendi, Chanel y Valentino. Es el lugar al que ir para comprar prendas elegantes y nuevas marcas francesas y caminarla es una experiencia de la última moda y de marcas exclusivas.
La avenida Montaigne es una de las calles más exclusivas de París, por lo que ofrece un ambiente más tranquilo y con menos aglomeraciones que las calles más concurridas de la ciudad. Para los amantes de la moda y la arquitectura, incluso solo pasar por la zona valdrá la pena. Aparte de tiendas de moda de lujo, alberga también el Teatro de los Campos Elíseos, que programa unas tres producciones operísticas y varios conciertos al año.
Después de recorrer esta avenida acordamos no comprar nada o se nos agotaba el presupuesto, por lo que antes de entrar al hotel compramos una botella Cordon Rouge, bebimos nuestra champaña en el Hotel Terrace y nos cambiamos, después de un descanso, para continuar la noche en la zona de Trocadero, y conocer su embarcadero, donde posteriormente navegaríamos el Sena en un recorrido con buen vivo alrededor de la Isle de France.
Continúa.
Fuentes
Las 10 calles más populares de París – Paséate por las calles de París: Go Guides (hoteles.com)