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UN PERFECTO RESUMEN DE BÉLGICA
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Visitamos Bruselas en 1976, en mi primer viaje al continente europeo. Albergo gratos recuerdos al llegar a Montreal, Canadá, pues arribamos durante la inauguración de la modernización de su aeropuerto; era la segunda escala a Europa. Por ser Montreal la sede de los Juegos Olímpicos, debido a una escala de dos horas participamos del buffet de comidas y música con gran algarabía. Tras ese recibimiento, volamos toda la noche hasta Bélgica, siendo Bruselas nuestro primer destino. En estos momentos, mi hija Addy García Campos estará confirmando nuestras pláticas de cuando era una jovencita. Ahora se le cumple el deseo de caminar lo andado por sus padres.
El Atomium es una estructura de 102 metros de altura construida para la Exposición General de primera categoría de Bruselas de 1958. Representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Está formado por nueve esferas de acero de 18 metros de diámetro cada una y está ubicado en el parque de Heysel en Bélgica.
Bruselas es un perfecto resumen de Bélgica, una concentración de un país de 10 millones de habitantes, de por sí pequeño, que cuenta con una excelente red ferroviaria ayudada, en buena parte, por la orografía del terreno y las mínimas distancias existentes entre las principales localidades. No en vano, en 1835 se inaugura el primer ferrocarril de la Europa continental con un trayecto entre Bruselas y Malinas.
La capital belga cobra, además, especial importancia a mediados del siglo pasado cuando pasa a considerarse la capital administrativa de la Unión Europea, desde su creación en 1958 cuando se denominaba Comunidad Económica Europea.
Aunque el origen de Bruselas se remonta a finales del siglo VI, no es sino hasta mediados del XV cuando el desarrollo de la ciudad se consolida. De esta época, precisamente, datan los edificios más antiguos que se conservan, destacando los construidos a finales del siglo XIX, con Leopoldo II, ubicados en la bella Plaza Mayor del barrio antiguo.
Nos alojamos en nuestra primera noche en Bélgica a una cuadra del monumento del Manneken Pis, el famoso niño que se extravió, ese monumento que es símbolo de la ciudad. Lo visitamos en nuestra primera salida, y de ahí fuimos a su Plaza mayor. No sabía que esa arquitectura era tan hermosa y tan bien cuidada a pesar de contar con varios siglos.

Un sino en su historia ha sido su pertenencia a diferentes países de manera sucesiva desde el comienzo de su existencia, lo que ha motivado el cruce de culturas que caracteriza a la ciudad. Aunque inicia su desarrollo en el año 580, mucho antes de erigirse como ciudad es la sede de los celtas belgas, que sufren en su territorio el poderío del imperio romano de Julio César (año 57 a.C.). El nombre de la ciudad está ligado al idioma flamenco y resulta de la unión de los términos “brock” (pantano) y “sali” (edificio), toda una premonición, ya que, si bien se construye en una zona pantanosa a orillas del Senne, siglos después pasará a albergar los edificios administrativos más representativos de la Unión Europea. Por cierto, que el calificativo de flamenco parece proceder de la época de dominación española cuando éstos llamaban a los extranjeros con tal guisa: “flamencos”.
Espero que mi hija pueda conocer más de Bélgica que nosotros, y que disfrute Brujas, “la Venecia del Norte”, pues siempre fue su sueño llegar a descansar en sus canales ajardinados.
Recibiré de ella las fotos de ese lugar soñado, como lo viene haciendo en este gran viaje ganado con el esfuerzo del trabajo de toda una vida en la Comunidad Educativa “Bambini Montessori”, con 43 años de ejercicio magisterial en la educación Montessori.
Varias son las ciudades que pueden visitarse. Además, las escasas distancias existentes entre ellas hacen que, ya sea en coche, en autobús, o en tren (recomendable), se convierta la visita en un paseo. Brujas, Gante, Lieja y Amberes son los destinos por excelencia tras Bruselas. Por ejemplo, Brujas cuenta (al igual que Gante) con unos canales, antaño necesarios para el tráfico comercial, que se transforman en la actualidad en románticos paseos por esta ciudad, de 120,000 habitantes, situada a 90 kilómetros de la capital. Como dato curioso: la existencia de un canal de 13 kilómetros que une Brujas con el puerto de Zeebrugge.
A disfrutar al caminar por las calles, grabando en el corazón este viaje, como lo guardamos tus padres, ya que recordar es volver a vivir. Abur.
Fuentes
Atomium – Wikipedia, la enciclopedia libre
Turismo en Bruselas: conoce la historia de la capital de Bélgica | El Nuevo Herald