ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Mientras la lluvia
derrama sobre la casa
de mi calle solitaria,
vino a tocar la tarde
extraviada en transparencias,
un dolor de sombras
creció en voz baja,
un techo imaginario
peregrina mis lágrimas
como si la selva
amarrada en bostezos
te pudiera ignorar.
Guantánamo, Cuba. 2014.