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REPRESENTACIÓN Y ORIENTACIÓN ASTRONÓMICA EN LA ARQUITECTURA DE CHICHÉN ITZÁ
(Continuación…)
REPRESENTACIONES ASTRONÓMICAS DE LOS RELIEVES DE LA CORNISA. La cornisa del Templo Superior de los Jaguares contiene representaciones astronómicas que pueden tener conexiones políticas o históricas. (Fig. 8). Los relieves representan cuatro filas de serpientes emplumadas enlazadas alrededor de discos parecidos a escudos. Esas serpientes forman el marco de una fila de jaguares y escudos decorados con medias lunas. Un escudo semejante aparece en las manos de una deidad o guerrero acompañante de la serpiente emplumada de los murales del templo (Coggins 1984). Escudos con hileras de medias lunas están grabados en un pendiente circular de concha encontrada en Tula y en el Libro de Tributos de Moctezuma indican temas políticos (Codex Mendoza; Stocker y Spence 1974). Las medias lunas del escudo del Templo Superior de los Jaguares pueden simbolizar un grupo político social que proclama su afiliación a la luna (12).
Los escudos rodeados por serpientes cascabeles emplumadas en los relieves pueden ser escudos de turquesa representando el disco solar. Los Aztecas llamaban al Sol “escudo de turquesa” (Sahagún 1950-1982: Libro I, 80-82). Una vez más, los escudos de turquesa pueden simbolizar un grupo político, aunque también tienen una clara relación astronómica con el Sol. La relación existente entre el disco solar y la serpiente cascabel emplumada; visible también en el dintel de madera del templo interior, sugiere que estamos observando la representación del Sol a proximidad de Venus, en conjunción con las Pléyades (los “cascabeles de la serpiente cascabel”).
Uno de los murales del Templo Superior de los Jaguares parece representar el disco solar rodeado por cuatro saurios de color turquesa con trompas largas (solo aparecen las cabezas; Coggins 1984). Discos de turquesa semejantes descubiertos en Chichén Itzá han sido interpretados como símbolos solares (Taube 1983: 135). Este tipo de discos solares tiene cuatro saurios con trompas curvas (Marquina 1964; Taube 1983). Estas figuras, así como la de la cabeza de saurio adentro del disco solar del Templo Inferior de los Jaguares, son análogas al Xiuhcoatl; “la serpiente de turquesa” (13).
El ciclo Sol-Venus de ocho años incluye exactamente 99 lunaciones (Aveni 1984), lo que sugiere que el Templo Superior de los Jaguares puede hacer referencia a un ciclo calendárico en el cual aparecen observaciones hechas a lo largo de ocho años. Estas observaciones incluirán una relación específica entre las Pléyades, Venus, la Luna creciente y el Sol (14). Dada la orientación, el tiempo más probable de la observación era cerca del cenit solar.
EL JUEGO DE PELOTA. El Castillo y el conjunto del Gran Juego de Pelota, incluyendo el Templo Superior de los Jaguares, son probablemente los edificios más tempranos del período tolteca de Chichén Itzá (Tozzer 1957: 34; Parsons 1969; Cohodas 1978). Estudios recientes de radiocarbono y fechamientos de varias inscripciones del sitio sugieren que entre las estructuras toltecas las más tempranas son del siglo 9 o período Clásico Terminal (Wren 1986: 13-14). Estos edificios fueron probablemente utilizados como prototipos para la construcción de estructuras posteriores.
Visto que el Templo Superior de los Jaguares domina el juego de Pelota (Figs. 7-9) las observaciones del cenit solar pueden ser relacionadas al juego mismo. Este juego militar está ligado a astronomía en la leyenda maya del Popol Vuh, en la cual dos gemelos juegan pelota y se transforman en el Sol y Venus o en el Sol y la Luna (Schele y Miller 1986: 252; Coe 1973: 13; Pasztory 1972: 445).
En los relieves del Juego de Pelota, dos jugadores se enfrentan uno al otro sobre una pelota decorada con una calavera (Fig. 9). En el papel ilustrado aquí, el equipo de la izquierda, con bandas de mosaico en la cabeza y tocado con lirios acuáticos, ofrece la cabeza de uno de sus jugadores, con el mismo tipo de banda de mosaico en la cabeza. Los tocados con lirios acuáticos pueden hacer referencia a la temporada de lluvias o ser una indicación de que el equipo vencido está destinado al inframundo acuático. Los ganadores, parados en la fila de la derecha de la víctima decapitada, llevan pectorales en espiral que recuerdan el colgante en forma de corte transversal del caracol, atributo de Quetzalcóatl en arte mexica. En esa imagen, Venus puede estar del lado del equipo ganador (15). Es posible que la escena está relacionada con rituales de transición entre el período de lluvias y la temporada de secas.
En el estudio de la iconografía del Juego de Pelota relativa a las estaciones, Cohodas (1978 213-216, 219) sugiere que los ganadores en los paneles centrales representan el triunfo de las fuerzas del inframundo sobre el Sol en el equinoccio de primavera. Interpreta erróneamente la primavera como período de descenso del Sol cuando en realidad sube más alto en el cielo a medida que se alargan los días. Apunta que uno de los equipos es victorioso en los paneles centrales, mientras el otro equipo es el ganador en los paneles laterales y sugiere que la iconografía se refiere al cambio de estaciones de los equinoccios de primavera y otoño. Dada la orientación del Templo Superior de los Jaguares, yo propondría que los eventos representados están más bien relacionados con el primer cenit solar, y el principio del período de lluvias, y el segundo cenit solar, cuando empieza un nuevo ciclo del calendario ritual yucateco.
CONCLUSIONES. Los relieves del Juego de Pelota, las columnas serpentinas, los dinteles de madera, el friso de la cornisa y los murales del Templo Superior de los Jaguares, tienen todos representaciones del Sol en relación con una serpiente cascabel emplumada. La orientación del templo hacia el cenit solar sugiere que estas figuras están relacionadas con el principio del período de lluvias durante el mes de mayo, en el momento del cenit solar, y con el comienzo del calendario ritual en el segundo cenit solar. Venus forma parte de la metáfora visual bajo la apariencia de la serpiente emplumada y las Pléyades están probablemente presentes bajo la forma de los cascabeles de la serpiente. Esta relación entre el Sol, Venus y las Pléyades puede ser el resultado de observaciones hechas en un año específico o de observaciones repetidas, hechas en función de un ciclo Venus-Sol de ocho años o 99 períodos lunares. Las observaciones probablemente incluyen la última aparición de Venus como estrella de la noche justo en el horizonte oeste y a la puesta del Sol en el mes del cenit solar.
Política y astronomía parecen combinadas en los murales y relieves donde se encuentran dos grupos sociales complementarios u opuestos: Miller (1977) propuso que las dos facciones rivales del Templo Superior de los Jaguares podían ser representadas por el Capitán Disco solar y el Capitán Serpiente. Por otro lado, su relación no tiene que ser antagónica ya que estos dos personajes aparecen a menudo uno cercano al otro, y pueden en realidad representar imágenes complementarias de gobernantes deificados ligados al Sol y a Venus, que siempre aparecen juntos en el cielo.
Por otra parte, existe claramente en el Juego de Pelota una relación antagónica que probablemente refleja rituales en los cuales eventos astronómicos están ligados con la alternancia del período de lluvias y la temporada de secas. Al igual que en el Templo Superior de los Jaguares, Política y Astronomía podrían combinarse si los dos equipos representan grupos sociales descendientes de ancestros astrales distintos.
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(12) Escudos con la representación de media luna aparecen también en la decoración de la fachada del Edificio Este del grupo de Las Monjas de Chichén Itzá (Bolles 1977: 132). Otros escudos con representaciones en espiral de “caracol del viento” (¿Venus?) así como un disco parecen representar la Luna creciente ciñendo la figura del Caracol, quizás en referencia a Venus y la Luna en conjunción.
(13) Entre los Aztecas, los discos solares de turquesa, la mayoría de los cuales parecen ser escudos, pueden ser relacionados con la temporada de secas. El único mes en el cual figura un ritual con escudo de turquesa es Panquetzaliztli, que coincide con el principio de la temporada de secas en Noviembre. En este ritual está presente también la serpiente de turquesa Xiuhcóatl (Sahagún 1950-1982 Libro II, 141-150) que parece simbolizar la temporada de secas (Milbrath 1980). La palabra turquesa (Xiuitl) significa también fuego, aunque Thompson (1950: 145) interpretó erróneamente la turquesa como un símbolo de lluvia por su color azul. El cielo azul o turquesa es más característico de la temporada de secas que del período de lluvias durante el cual el cielo está nublado.
(14) Existía entre los Aztecas, cada ocho años una ceremonia en honor a Tlaloc (Sahagún 1950-1982); Libro II: 177-179) que probablemente celebraba este ciclo de ocho años que une Venus y la Luna.
(15) Un jugador de pelota, deidad de Venus, identificado por su tocado con el glifo de Venus, aparece subiendo hacia el Sol en el monumento I del Castillo (Parsons 1969).
FIN.