El buen gusto de las antiguas familias habitantes de Mérida se manifiesta en la distribución interna de sus casas urbanas a las cuales, además de cómodas y bien ventiladas, agregaban detalles exteriores que aumentaban su belleza.
Un ejemplo de ello son las copas de cerámica coloniales que ornaban los bordes exteriores de los techos, agregando vistosidad a las fachadas. En las imágenes, un techo de predio en la calle 62 x 65 y 67 de la ciudad.
La imagen 1 es la de bastantes años precedentes. La segunda es la imagen actual en este año 2020, tratando de lograr el mismo ángulo de la primera. Ya se retiró el poste para el servicio de alumbrado público que otrora se utilizaba.
El mismo predio se enseña ahora en este año, con el resalte de las características citadas en la imagen anterior, luciendo el realce de otros aspectos y decorado de su fachada.
Las copas de cerámica han sido pintadas y sus bases continúan blancas. El color general de la fachada es muy similar al de hace varias decenas de años, cuando se imprimió la primera imagen.
Como puede observarse, las instalaciones de servicios públicos adosadas a los predios del costado derecho permiten una visibilidad más apropiada de todo el conjunto, en una calle que fue diseñada originalmente como una de las vías más transitadas que salían hacia la periferia desde la plaza principal de la ciudad.
Luis Alvarado Alonzo
Fotos
Antigua: Archivo personal LAA
Actual: Pedro Bacab Caamal
Es siempre importante hacer mension escrita de los valores arquitectónicos de una ciudad como Merida que ha adquirido estos modelos de casas en una época portentosa en el comercio y su historia muy buen articulo…