Cine
‘BATMAN V. SUPERMAN: DAWN OF JUSTICE’
Visualmente espectacular, esta propuesta de Zack Snyder dejará más que satisfechos a los amantes del cómic pues podrán paladear el encuentro entre los que son los más grandes héroes del universo DC: Supermán y Batman, el Hombre de Acero y el Hombre Murciélago.
La trama está centrada en aventuras que tuvieron su origen en las historietas del Hombre de Acero – la batalla contra Doomsday – aunque con la variante de la participación del también conocido como El Caballero de la Noche y también la preciosa Mujer Maravilla. La mayoría de la propuesta es positiva, la calidad de los efectos especiales es impactante. Henry Cavill, quien se apunta como el mejor Clark Kent/Superman de la historia, toma posesión de su personaje a un nivel similar a lo logrado por Sean Connery con James Bond. Amy Adams otorga credibilidad a Lois Lane y crea junto a Cavill un binomio que cautiva y aporta la merecida ración de romance. Diane Lane (Martha Kent) es otra gran actriz que imprime calidad a su rol de madre del Hombre de Acero.
La trama central relata los enconos surgidos entre ambos héroes, ya que tanto Bruce Wayne como Clark Kent ven respectivamente a Superman y Batman como amenazas. Wayne culpa al primero de ser el causante de miles de muertes durante la batalla emprendida contra el general Zod (en la película de 2013) emprendiendo la misión de eliminarlo. Kent, por su parte, condena las acciones violentas del Murciélago en Gotham City, lo que lo orilla a advertir al justiciero de la noche que cese sus actividades. Manipulados ambos por el inteligente y macabro villano Lex Luthor (Jesse Eisenberg quien se roba la película con su tremenda actuación), se sumergen en una contienda territorial ya que resulta que Metrópolis y Gotham son estados vecinos.
Cuando las cosas se complican, surge una nueva amenaza: el enloquecido Luthor da vida a Doomsday – un monstruo casi indestructible que se alimenta de energía y es inmune incluso a armas atómicas –, poniendo en riesgo a la humanidad, esa misma que cuestionaba el rol de Superman como defensor del planeta Tierra. La aparición de la Mujer Maravilla (la israelí Gal Gadot de quien me declaro fan a partir de ahora), así como el vistazo que tenemos de otros personajes llamados meta humanos – como Flash, Acuaman – hace que el producto sea digerible, sabroso e ideal para disfrutar comiendo una palangana de palomitas con refresco gigante.
En esta aventura también cumplen Holly Hunter como la senadora June Finch, Laurence Fishburne como Perry White, director del Daily Planet, Jeremy Irons (como el incondicional mayordomo Alfred Penyworth), e incluso Kevin Costner, quien tiene una aparición especial.
Ahora bien, de eso a tomarme tiempo para pedirle perdón a Ben Affleck por su actuación hay un mar de distancia, pero vamos a tratar de explicar con profundidad este punto.
El cine de superhéroes siempre ha sido un negocio redondo. Salvo contadas excepciones, las películas sobre paladines de la justicia han representado a lo largo de la historia una apuesta segura en cuanto a recaudación, aunque no necesariamente en cuanto a críticas.
Muy lejos han quedado aquellos primeros esfuerzos de presentar las versiones cinematográficas de los principales héroes de DC, que resultaron hasta cierto punto chapuceros, como lo fueron ‘Superman and the Mole Man’ (1951) y la primera película de ‘Batman’ en 1966. También se aprecian desfasadas las versiones de ‘Superman’ protagonizadas por Christopher Reeves a finales de los setentas y principios de los ochentas, así como el Batman de Tim Burton que, a pesar de tener su encanto, ya denota el paso de los años tanto en su versión de 1989; similar sucede con la secuela ‘Batman Returns’ (1992).
‘Superman Returns’ (2006) logró buenas críticas, pero la verdad es que no dejó huella ni emocionó a los fans más acérrimos. Algo similar ocurrió con Batman y las siguientes producciones realizadas ‘Batman Forever’ (1995) con Val Kilmer, y ‘Batman y Robin’ (1997) con George Clooney, considerada la peor de la saga.
Ambos personajes fueron revitalizados de excelente manera con la realización de ‘Man of Steel’ (2013) con Zack Snyder en la dirección, y Henry Cavill debutando como Clark Kent/Superman, con la producción de Christopher Nolan, quien a su vez había rescatado a Batman con su fabulosa trilogía: ‘Batman Begins’ (2005), ‘The Dark Knight’ (2008) y ‘The Dark Knight Rises’ (2010), todas con Christian Bale imprimiéndole mucha profundidad al personaje Bruce Wayne/Batman, arropado con los primeros actores Morgan Freeman y Michael Caine.
Ben Affleck trata de dotar a su actuación de profundidad, pero a mi juicio no lo consigue simple y sencillamente porque siempre ha sido un actor limitado. Su expresión a lo largo del filme parece más la de un hombre constipado que la de uno atormentado, o incluso furioso. No logra la elegancia, la soberbia, que este rol exige. Uno no puede evitar imaginar lo que hubiera sido esta producción con la participación de todos estos histriones y con Bale como Batman, lo que lamentablemente desde el inicio supimos que no fue posible. Parece un detalle mínimo, pero esto marca una diferencia entre la calidad que Marvel logra con sus producciones y la que los realizadores de ‘Batman V Superman: Dawn of Justice’ pretenden.
Además, en las apuestas de este año ya DC realizó el primer disparo; ahora veremos qué tal responde su competidor con ‘Capitán América: Civil War’.
Al momento de escribir este comentario, la película ya superó la recaudación de ‘Man of Steel’, y gracias al mercado extranjero sigue sumando dinero a raudales a su cuenta, llegando casi a los 700 millones, aunque en los Estados Unidos ha sufrido una caída del 68 por ciento en taquillas. Warner Brothers ha iniciado una campaña creando el “hashtag” #perdónBenAffleck, tratando de hacernos creer que es el mejor Batman de la historia (ja,ja,ja, por favor), aostando a que esta película reúna unos 1500 millones a nivel global. Dicen los expertos que, de no cumplirse con esta previsión, el universo cinematográfico de DC podría sufrir cambios drásticos en sus futuras producciones.
RICARDO PAT
