Grave problema de salud
A nuestra redacción llegaron varias quejas que consideramos de verdadera importancia, pues atañen el problema de acumulación de basura en prácticamente todas las colonias de la ciudad de Mérida.
Restos de todo tipo de desperdicios invaden la vía pública, propiciando un terrible problema de salud con la pestilencia, propagación de mosquitos y latas oxidadas, entre otros.
Opinión 1
“Tirar a tu vecino de la esquina tu basura no es la solución. Los vecinos tendrían que tener un lugar neutro, que no sea la casa de alguien más, y hacerse responsables de asegurarse de que se recoja el mismo día para que nadie crea que es un basurero. sacar la convocatoria y todo el mundo va a seguir sacando su basura de los que no quieren pagar.
Si te fijas, los pobres de la esquina tuvieron que cerrar su puerta tapiarla con blocks, o sea, perdieron su casa. Y lo peor es que no la vienen a buscar y ahí se pasa hasta un mes, con todo y que uno llama a Ayuntatel.”
Opinión 2
“Ya casi llega a la segunda casa de la esquina y no es la gente de por acá: pasan camionetas y tiran hasta animales muertos. Tiran basura todos los extranjeros que están reparando las casas antiguas, aquí vienen los arquitectos a tirar sus desechos. Eso ya no es descacharrización, es irresponsabilidad. ¡Cómo es eso de tírenle la basura a su vecino! Ya pasamos de ser Mérida limpia a Mérida enferma, porque es contaminación la que están creando y no pasan a fumigar. Están los moscos pues ya viste que allá están bacines y en tiempo de lluvia empieza a llover y se llena de agua se llena de mosco, pues no se queda lo que estaban intentando de que no haya mosquitos que nos piquen. Fue un invento para no pagar el tratado de la basura. Deberían de decir como antes “en tal lugar está el basurero, vayan ahí y ellos tienen la obligación.”
Opinión 3
“Yo pago anualidad de la basura. Jamás tiro mi basura, y aun así hay que soportar no poder ni comer en el comedor por la peste de los animales muertos y de toda la basura. Abres tu puerta y los mosquitos entran a montón. En la 76 con 57 y 59A, que es donde vivo, se arma todo este basurero monstruoso que llega hasta mitad de la calle. Pasan las mamás con sus hijos pequeños agarrados de la mano a mitad de calle porque no pueden caminar en la escarpa. Son tres vecinos que no pagan su basura y empiezan a tirar hasta bolsas de casa de su suegra. De ahí, pues hasta los extranjeros que viven aquí en Mérida: no quieren ensuciar su calle y su esquina, y vienen aquí a tirarla.”