LXXVII
B O L E R O
SOLEDAD
Hoy se llama mi novia Soledad;
y aunque a veces me invade la tristeza,
en mi pecho se cierne la pureza
del amor que me brinda su lealtad.
Nunca la encela mi amoroso aliento
y jamás la insinúa la falsía,
aunque advierte el vaivén del alma mía
y el rumbo de mi inquieto pensamiento.
Retorné a mi quimera del pasado
y volví hasta la fuente de mi hastío…
sin poder encontrar el bien ansiado.
Mas luego, comprendí en mi desvarío,
cuando de Soledad me hube apartado…
que sólo ella ocupaba aquel vacío.
Carlos Renán Cámara Zavala “Chalín”
Continuará la próxima semana…