LXXV
D A N Z A
LUCEROS FUGACES
En el cielo de mi tierra,
dos luceros de ilusión
escondieron en los ojos
de mi amada su fulgor.
Los luceros que alentaron
de mi dueña el corazón,
desde el cielo descendieron
con su místico esplendor.
Y el fulgor que hubo encendido
en mi vida la pasión,
hizo que su alma latiera
con el ritmo de mi amor.
Del cenit la lejanía
apagó su resplandor,
y dejó que se entibiara
aquel tierno corazón.
Y los ojos de mi amada,
que guardaban el candor
de aquellos lindos luceros,
cuando miraron al cielo…
se quedaron sin fulgor.
Carlos Renán Cámara Zavala “Chalín”
Continuará la próxima semana…