ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Como es costumbre mía, recuerdo acontecimientos que viví en Diario del Sureste, el periódico que me publicó mi primer poema –“Por un ideal” – en la Página Universitaria, cuando el dramaturgo Wilberto Cantón era su director. Ese prestigioso dramaturgo nos abrió las puertas al periodismo formal en el que iniciamos nuestra carrera periodística Luis Alvarado Alonzo, José Adonay Cetina Sierra, Luis Felipe Peraza, Juan José Morales Barbosa, Roberto Peniche Aguilar, el que escribe Alfonso Hiram García Acosta y otros jóvenes que fuimos parte de la APEY, la Asociación Periodística Estudiantil Yucateca.
En esas épocas, los linotipos trabajaban a alta capacidad y el laboratorio de fotografía no paraba nunca para hacer las placas de ilustración; las pruebas se revisaban sobre los lingotes de plomo. A la distancia, éramos enamorados del periodismo que cubría los acontecimientos peninsulares y llegaba a todos los rincones de los municipios yucatecos y algunos campechanos. Recuerdo que no existía una flota de vehículos para que al amanecer llegara el Diario del Sureste a su destino. Se me confió la dirección de sus suplementos culturales en dos ocasiones, y se abrieron las puertas a más de 300 escritores que tenían así un medio para difundir su pensamiento escrito.
Con el interés de preservar el acervo fotográfico del Archivo Histórico del Sureste del Estado de Yucatán, el Instituto de Cultura de Estado, Dirección de Patrimonio Cultural y Centro de Apoyo a la Investigación Histórica de Yucatán plantearon la necesidad de crear un proyecto integral para la salvaguarda del Diario del Sureste. El acervo, conformado por más de 100,000 impresiones fotográficas principalmente en blanco y negro y 500,000 negativos aproximadamente, corresponden al material que ilustró el Diario del Sureste de 1987 al año 2002. Son imágenes de eventos sociales, políticos y culturales que dan cuenta de la sociedad yucateca de una época y espacio determinado, representan el testimonio histórico visual tangible, por lo que son consideradas fuente histórica documental.
Desconozco en donde se encontrarán. Ahora ilustro mis artículos con imágenes de mi computadora. Mi disminución visual me impide usar un teléfono con cámara, pues no distingo bien. Escribir es uno de mis pasatiempos en este final de vida. Escribiré, si me es posible hasta mis últimos momentos, como lo hice en mi juventud con plenitud de vida. Ahora, a los 88 años, restringido de algunas actividades, sigo al pie del cañón en el mismo Diario del Sureste, ahora virtual con casi dos y medio millones de visitas y lecturas en todo el mundo, a juzgar por los correos que recibo.
En el Diario del Sureste muchos de sus directores fueron mis amigos y compañeros de pluma. El día de hoy, con la dirección de Luis Alvarado Alonzo, Sergio Alvarado Díaz y su equipo de trabajo lo rescataron por su amor al periodismo y a nuestro Mayab del alma.
En 1946, para celebrar los 15 años del periódico “El Diario del Sureste”, y su antiguo edificio colonial que lo albergaba desde su fundación en 1931, fue transformado. Obra del arquitecto Manuel Amábilis Domínguez, quien como en muchas de sus obras empleó el art decó con motivos neomayas para la fachada. Por encima se labró el nombre del rotativo con la tipografía neomayas utilizada en sus planas.
Actualmente el edificio alberga a la Hemeroteca José María Pino Suárez y a la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona.
He visitado nuestro viejo edificio en varias ocasiones para saludar a sus bibliotecarias, que siempre me atienden con amabilidad. Mi agradecimiento a Beatriz Heredia Morales, Layda Rodríguez, al director de la Hemeroteca Faulo Novelo, y Anita de Pau, quienes me auxilian para encontrar algún periódico antiguo que necesito.
Fuentes
https://file.adabi.org.mx/recursos/publicaciones/articulos_especiales/fotografia/20201118_archivo_fotografico_diario_sureste.pdf