INTRODUCCIÓN
Estos Apuntes desde mi casa constituyen una selección de textos publicados en la página editorial del periódico El Mañana de Nuevo Laredo desde septiembre de dos mil nueve, cuando fui cálidamente acogida por la empresa que dirige Heriberto Cantú Deándar para escribir sobre asuntos cotidianos.
Así tuve oportunidad de rendir tributo a la columna «Caminando por las calles», que en el Diario del Sureste, de Mérida, escribía el poeta Carlos Duarte Moreno en los años sesenta. Apenas iniciaba yo como meritoria en el citado Diario en mil novecientos sesenta y cuatro, cuando conocí a don Carlos, quien tuvo a bien orientar mis lecturas de entonces y se hizo cargo de enseñar formas fundamentales de la prensa. Nunca he vuelto a leer algo parecido a su rincón literario que admiré tantos años y, sin pretender alcanzar la dimensión filosófica de sus recorridos por las calles, pensé que en cierto modo también podría abordar con sentido humano la variedad de situaciones que ofrecen las estampas urbanas. De esa manera fueron surgiendo aconteceres y personajes. Más adelante, comencé a disfrutar la elaboración de artículos temáticos que requieren de investigación, aunque con frecuencia me ganaran nostalgias lejanas que fluían espontáneamente, como fluyen los ríos subterráneos de Yucatán, como fluye majestuosamente el Río Bravo.
Esta reiteración de duplicidades que se mezclan en mi vida emotivamente hacen de mí un poco mujer del norte, un poco mujer del sur. No es de extrañarse, pues, que un libro concebido en Nuevo Laredo, morada donde han transcurrido felizmente dos tercios de mi existencia, sea alumbrado en Mérida, hogar en que los recuerdos adquieren sentidos y las vivencias recientes, sentido. Acaso tampoco resulte extraño el desdoblamiento de identidad Guadalupe/Paloma, firmas que he utilizado en la columna, señalando un antes y un después de importancia personal.
Enraizada en mi espacio de trabajo –a la mano lo entrañable únicamente– continuarán surgiendo “Apuntes”, mientras el mañana y El Mañana concierten fuga de letras desde mi universo íntimo, hasta su sitio en el aire que navega los sueños sin fin.
Paloma Bello
Nuevo Laredo, Tamaulipas, febrero de 2012