Libros
De unos años a la fecha, las novelas del género fantástico son sumamente populares, atrayendo la atención principalmente de lectores jóvenes, quienes se han convertido en el sector de público cautivo del trabajo de diversos autores de todo el mundo.
Entre estos ha sobresalido la norteamericana Tracy Wolff, radicada en Austin, Texas, con su familia, lugar desde donde ha creado la saga Crave, una de las más famosas del momento. Resulta muy gratificante que una mujer que sufrió acoso en la escuela debido a su sobrepeso ahora sea una de las estrellas editoriales, al ser una apasionada de los vampiros, los dragones y todo aquello que despierte de noche.
Tracy se tituló como maestra de inglés, y su amor por la escritura la fue animando a publicar sus primeros cuentos e historias en diversos periódicos locales, hasta que reunió el valor suficiente para abrazar de lleno esta profesión. Ahora se dedica de tiempo completo a escribir novelas oscuras y románticas, con héroes torturados y heroínas fuertes y potentes.
Las novelas de Tracy llamaron mi atención por esa mezcla entre los géneros fantástico y de terror. Cuando Editorial Planeta me hizo llegar Ansia, la tercera entrega de la Serie Crave, decidí que era una buena oportunidad para sumergirme por varios días en sus 896 páginas, para compartir una breve reseña de esta saga que inició con Anhelo y continuó con Furia.
Ansia es otra novela cargada de aventuras, con constantes giros argumentales, cuya columna vertebral es la gran incógnita sobre la elección de Grace. Tras su revelación en Furia, debe decidir entre sus compañeros o su primer amor, un serio predicamento pues sabe que cualquier decisión dañará a uno de los dos, sobre todo tras descubrir un horrible secreto guardado muchos años con el que jugaron no solo con sus sentimientos sino con sus almas. A todo esto, se suma a la sombra de una inevitable guerra, enemigos que van en aumento, las amenazas de Cyrus les persiguen, además, el Círculo (reacio a coronar a Grace y Hudson) carga con una orden de búsqueda y captura por sus actos criminales cometidos en el pasado.
Tracy Wolff consigue mantener enganchados a los lectores, generando acontecimientos cargados de tensión, revelando más seres fantásticos, nuevos lugares del universo y sus peculiares características, permitiéndonos tener una visión más amplia del mundo sobrenatural. Grace continúa intentando aprender más sobre sus poderes, manteniéndose igual de valiente y agradecida con sus amigos. También descubrimos nuevas características del villano Hudson, quien admira a Grace y, a través de la confianza que deposita en ella, se revela como un personaje romántico y a la vez sarcástico. Jaxon se muestra más frío que nunca, manteniendo esa característica de mostrarse diferente al anterior de las otras novelas, con varios estados emocionales. Macy ha perdido su característica alegría y deterior en su aspecto físico.
No puede faltar en esta saga la aparición de nuevas criaturas, personajes y escenarios, algo que Tracy ha convertido en un sello de identidad, celebrado por los seguidores de la historia. En el otro extremo, quizá presionada por el clamor de voces que insisten en novelas series y películas la llamada “inclusión forzada”, se sugiere una relación gay que no queda nada clara, un queerbaiting que a mi parecer era totalmente innecesario
La sinopsis señala que Grace y Jaxon, unidos por un vínculo inquebrantable, se distancian con el regreso de Hudson. Grace siente llegar al límite, vive estresada por graduarse en la escuela para seres sobrenaturales, el estado de su relación adquiere la categoría de imposible, por si fuera poco, la Sangradora decide lanzarles una bomba de proporciones épicas. Al romper su vínculo con Jaxon, este adopta una actitud fría con ella, el Círculo no está preparado para su próxima coronación y, para empeorar todo, surge una orden de arresto por supuestos crímenes cometidos junto a Hudson, lo que implica una sentencia de presión de por vida, con una maldición mortal e inquebrantable.
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RICARDO PAT