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Cuando una historia de horror es adecuadamente mezclada con una de ciencia ficción se obtienen memorables resultados, fuera que sucediera en la literatura o en la cinematografía. Entre aquellas, sin duda el mayor exponente es nuestro muy querido H.P. Lovecraft, que adecuadamente mezcló lo costumbrista y el folclor con criaturas primigenias cuyas características, nos dice el autor, son difíciles de traducir a nuestras tres dimensiones, lo cual las hace particularmente tenebrosas pues dejan a nuestra imaginación mucha de su maldad. Entre las últimas, guardo un particular cariño por la original versión de Alien, y también por Event Horizon, cuyas imágenes hasta la fecha guardo en la memoria, habiendo sido grabadas con la fuerte impresión que me causaron.
Pues bien, en Aniquilación, del autor norteamericano Jeff Vandermeer (1968), tenemos una historia muy acorde con los tiempos que vivimos, llena de paranoia, que se desarrolla en un ambiente denominado como el “Área X”, un ecosistema que apareció de repente en la Tierra –al parecer– y cuyas fronteras van avanzando, asimilando lo que encuentra a su encuentro.
Aniquilación, primer tomo de la trilogía denominada “La Frontera Sureña”, nos presenta la historia de una expedición enviada al “Área X” con el fin de investigarla. El grupo, conformado por mujeres a las cuales se les identifica por el rol que les ha sido asignado en la investigación (la psicóloga es la líder, y es apoyada por la bióloga, la topógrafa, y completa el grupo la antropóloga), no es el primer grupo de exploradores que es enviado a la extraña zona. Existen registros de previas expediciones que no acabaron muy bien, de hecho, han acabado muy mal, ahondando el misterio del ecosistema.
La bióloga, que narra en primera persona la historia, enviudó recientemente, y su esposo formó parte de una expedición previa, por lo que tiene intereses particulares en la expedición: ¿qué le sucedió a su esposo en el “Área X” que, de repente y sin previo aviso, apareció en su hogar y una semana después murió? ¿Qué secretos guardaba y se llevó a la tumba?
El estilo de escritura de Vandermeer es rico en detalles, y su prosa abunda en la creación de los elementos misteriosos que rodean tanto al ecosistema como a los miembros de la expedición, contribuyendo a que se cree una atmósfera pesada, agobiante, paranoica, en la que ninguna de las cuatro mujeres puede confiar más que en su individualidad.
La introducción a ese ambiente sofocante de un elemento que parece estar relacionado con los funestos resultados de los visitantes previos, y que se introduce en los pensamientos de todas ellas, trastoca la frágil relación que las unía y, entonces, la historia se vuelve una de supervivencia, hasta el desenlace.
Si bien algunos han definido la temática que aborda Vandermeer como “post apocalíptica”, o “New Weird (Nuevas rarezas)”, y también como “Ecoficción”, me encuentro con una historia escrita de manera muy similar al estilo del escritor más famoso de Providence, Rhode Island, mencionado en el primer párrafo: Lovecraft. Es hasta los últimos capítulos que conocemos la naturaleza de ese “invasor”, pero el desarrollo hasta su aparición, a semejanza de Lovecraft, abona a la naturaleza extraña y bizarra que permea las páginas, dejándonos una sensación de incomodidad mientras llegamos a la última página, intrigados por lo que leemos, sin saber cuál es el destino final.
Esto último hace de Aniquilación una excelente novela que tiene poder de resonancia mucho tiempo después de haberla leído. Ese mismo poder hipnótico ha hecho que Hollywood haya filmado una película, protagonizada por la ganadora del Oscar Natalie Portman, que se estrenará en los primeros meses del 2018, basándose en esta historia. Debo confesar que viendo los avances de la película fue que me enteré del autor y, fiel a mi costumbre, decidí leer la novela antes que ver la película, lo cual fue una excelente decisión.
Bienvenido, Jeff Vandermeer, a mi biblioteca. Nos veremos en el cine.
S. Alvarado D.