Los animales de soporte emocional o de apoyo emocional son aquellos que ayudan a las personas con problemas psicológicos. Como su nombre lo indica, brindan soporte o apoyo emocional cuando la persona se siente inseguro en algún contexto específico; ellos hacen posible que muchas personas con miedos, ansiedad, estrés u otro tipo de condiciones puedan tener vidas más felices. Tienen como cometido ayudar a las personas a superar algún problema psicológico o emocional, como por ejemplo, viajar en avión, o hacer determinadas actividades.
Se ha confirmado que ayudan a tratar problemas tales como trastorno por estrés postraumático, autismo, ansiedad, depresión, estrés y timidez. Se ha visto que tan solo una semana después de adquirir un animal de apoyo emocional existe una reducción del 82 por ciento de los síntomas del trastorno por estrés postraumático.
El tema de los animales de apoyo emocional se ha tornado controvertido debido a que cada vez son más las personas que alegan que deben mantenerse cerca de sus mascotas a fin de mantener la calma.
Se ha popularizado la idea de los animales de apoyo emocional tanto en el hogar como en fundaciones que hacen visitas a los hospitales y demás centros de salud, con animales que pueden ir desde perros y gatos, hasta iguanas, aves y serpientes.
El uso de animales con fines terapéuticos no es nada nuevo. El mismo Sigmund Freud incluía a su mascota, una perra de raza Chow Chow llamada Jofie, en sus sesiones terapéuticas. Al respecto, decía: “Prefiero la compañía de los animales, ellos son mucho más simples.” Así, numerosos profesionales, desde los años 50, han recomendado usar animales para ayudar a las personas con algún tipo de discapacidad, ya sea física o mental.
Un Psicólogo llamado Boris Levinson notó como su perro, llamado Jingles, tenía la capacidad de relacionarse con un niño autista cuando ningún otro ser humano era capaz de hacerlo. Cuando los niños con autismo trabajan con estos animales, aprenden reciprocidad social, promoviendo una conexión emocional con el animal que puede transferirse a otras relaciones en sus vidas.
Para los niños con trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH), las mascotas les enseñan sobre la responsabilidad, les da un cierto patrón reglamentado y programado. Trabajar con una mascota puede ayudarlos a hacer la transición de esas habilidades a otros aspectos de sus vidas.
Para las personas mayores es muy útil porque en su mayoría no tienen tantos contactos sociales; establecer una relación con una mascota es increíblemente beneficioso, los niveles de oxitocina pueden aumentar con este vínculo.
Las personas que tienen depresión pueden recibir ayuda ya que se aíslan y le es más difícil salir y socializar, mientras que una compañía es de enorme beneficio.
En la Enfermedad de Alzheimer ayudan a reducir los síntomas asociados como ansiedad, agitación, irritabilidad, depresión y soledad. Traer perros de terapia o animales de apoyo emocional a las instalaciones de vivienda asistida y brindar a las personas con Parkinson, Alzheimer y otras formas de demencia acceso a animales empáticos y afectuosos es muy beneficioso.
Las personas que viven en hogares de ancianos son más activas cuando un animal se involucra en su vida cotidiana, lo que les permite disfrutar de un mayor bienestar. Se observó que la presencia del animal reduce la frecuencia cardíaca, disminuye el estrés y promueve la liberación de oxitocina, también conocida como la hormona del amor.
Hay toda clase de animales que pueden ayudar a sus dueños en situaciones de estrés, desde puerquitos, perros, gatos, patos, pavos reales, cuyos e incluso guajolotes. Estos animales están autorizados para estar cerca de sus dueños en cualquier situación que al dueño le pueda causar estrés, como un vuelo en avión, la oficina o incluso la escuela. Para que esto sea permitido deben de contar con una certificación.
Para certificar a tu animal, como de apoyo o soporte emocional lo primero que necesitas es una carta de un doctor en donde te «recete» la compañía de un animal. Para que un animal sea considerado como Animal de Apoyo Emocional lo que se necesita es demostrar que su presencia es necesaria para la salud mental de su dueño o para la terapia que esté siguiendo, según haya dictaminado algún profesional médico especialista en Salud mental.
Posteriormente, debes buscar al organismo encargado de certificarlos en tu localidad o país. Con esto, recibirás una credencial que los identifica como animales de soporte emocional. Si necesitas hacer un viaje, es indispensable tenerla. Este tipo de certificación se expide sobre todo para viajar con mascotas en transporte público y privado (avión, sobre todo).
Debes tomar en cuenta antes de certificar a tu mascota que el objetivo principal es calmarte, hacerte sentir más seguro y feliz. Un perro que muerde, que es agresivo o que ladra mucho, difícilmente te ayudará a lograr un estado más tranquilo. Cuando esto ocurre, ningún sitio, bien sea público o privado, tales como aeropuertos, hospitales, escuelas o tiendas, puede negarle el acceso y la constante presencia junto a su dueño al animal.
Los animales no deben tener un «entrenamiento especial». Sin embargo, sí necesitan recibir un entrenamiento para obedecer los comandos básicos de su dueño, pues parte del objetivo es que los puedas llevar contigo para que te ayuden y no para que te hagan pasar más estrés. Debe saber quedarse a tu lado en todo momento y venir a ti cuando lo llames.
Es necesario aclarar que los animales de apoyo emocional no cumplen las mismas funciones de los animales de servicio. Los animales de servicio son animales, generalmente perros, que han sido entrenados para cumplir funciones específicas que garanticen el bienestar de las personas; tal como los perros guía, que ayudan a las personas con discapacidad visual a desplazarse mejor, o los perros que han sido entrenados para detectar el inicio de un ataque epiléptico a fin de que el dueño adopte una posición segura.
Ya existen escuelas en las que enseñan tanto a perros de asistencia como animales de apoyo emocional a estar cómodos en aeropuertos y en aviones.
Su función básica como animales de confort es proporcionar compañía, aliviar la soledad o ayudar con trastornos como la depresión, la ansiedad, o ciertas fobias. Si bien muchas personas con discapacidades médicas o trastornos psicológicos tienen necesidades legítimas que son satisfechas por animales de servicio o animales de apoyo emocional, otros individuos rayan en el abuso al aprovecharse de un marco legal que carece de claridad. No abusemos de este privilegio sólo porque queremos que nuestro perro no viaje en una transportadora.
Dra. Carmen Báez Ruiz
drabaez1@hotmail.es
