Letras – Desde Matamoros
Sunhaila Sánchez*
Hechicé el interruptor, es mi culpa que este cuarto sea oscuro.
Fluorescencia remanente queda poca, el aire ya no es puro.
Cerca del abismo galáctico que toco, hay un ángel mercenario,
se trata de un ángel caído e insolente: el impacto todo le ha roto.
Subliminal guardia, soy derrotada, de las heridas brota mercurio.
Ocultos los dos, desvalidos, sus alas irreparables las corto;
mutilado, llora y lo callo: «Seré eléctrica y tú una aleación de estaño».
Ahora vive en mi interior, me culpa, desde dentro me hace daño.
Estrellas presas de la gravedad no podrán volver a su órbita,
se lo explico repetidamente, mi ángel ignora toda lógica.
Entrelazados desde el principio, fui testigo de su expulsión.
Le muestro que aquí no es el cielo, pero podemos encontrar redención.
*Victoria, Tamaulipas (1997) Licenciada en Psicología. Textos inéditos en la cuenta de Instagram: @sunh.aila.mi