Remembranza
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Mis recuerdos de niñez están casi siempre acompañados de mi padre, de la XEW, cuando era “La Voz de América Latina desde México”, y del Café “Fornos” frente a los Estudios “Azul y Plata” de la calle Ayuntamiento, donde los locutores y músicos departían en sus descansos radiales. Ahí me llevó en ocasiones mi padre Alfonso García Peniche ya que, aunque nací en Mérida en el año 36, mi infancia la pasé en la gran capital del Distrito Federal.
En las tertulias sabatinas, noches bohemias de los sábados en casa, el piano era el instrumento acompañante. En ocasiones, mi tía abuela Felipa acompañaba a Guadalupe Rey, a Consuelo Velázquez, o a mi madre Margarita Acosta. La tía Felipa las acompañaba con su violoncello. En esas reuniones se comentaba del bachiller Álvaro Gálvez y Fuentes, cuya cauda de conocimientos antes de licenciarse en la Universidad hacía que su programa fuera esperado por las noches, siendo considerado el mejor programa cultural de la época radial.
Fue director, al lado de Ismael Rodríguez, de la película Mexicanos al grito de guerra, de 1943, que es la historia del Himno Nacional, y guionista de otras películas mexicanas de las décadas de 1940 y 1950. Destacó sobre todo como promotor de la educación en México.
Estudió en la Facultad de Derecho de la UNAM a principios de la década de 1930 y se tituló con la tesis «Proyecto de reformas a la ley de instituciones de asistencia privada». Trabajó como locutor en Radio Educación (1936) estación de la cual era fundador, así como de Radio UNAM y más tarde pasó a la XEW, donde creó los programas El colegio del amor, El diario relámpago del aire y Reportero de guardia, entre otros. También creó una de las primeras radionovelas mexicanas, Ahí viene Martín Corona (1948), donde apareció el personaje El Piporro, de Eulalio González. Esta serie fue protagonizada por Pedro Infante, y fue todo un éxito. También fue pionero de la televisión mexicana, en la cual condujo los programas Los Catedráticos y Encuentro.
En 1964 crea la Dirección General de Educación Audiovisual de la Secretaría de Educación Pública (ésta a cargo, por entonces, de Agustín Yáñez), con lo que fincó las bases del INEA con la primera cartilla de alfabetización para adultos y desde donde funda la telesecundaria (basado en el modelo italiano) y la radioprimaria. Estuvo al frente del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE), organismo regional de la UNESCO. Impartió por casi 30 años la cátedra de sociología en la Facultad de Comercio y Administración de la UNAM. Fundó y dirigió Informex, «la primera agencia noticiosa mexicana» y la carrera de Ciencias y Técnicas de la Información, en la Universidad Iberoamericana. Fue Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía.
Fundo la Asociación Nacional de Locutores, de la Asociación de Periodistas de Radio y Televisión.
Recuerdo algo de Los niños catedráticos, que posteriormente fueron “Los Catedráticos”. Recuerdo sus palabras: “Arriba a mi izquierda…”, “Aquí tenemos un caballero doctor…”, y se le hacía una pregunta que, de contestar acertadamente, venía acompañada de premios en efectivo. Creo que era en el cine Alameda.
Fue una suerte pasar mi niñez en la Ciudad de México y convivir con la colonia yucateca que buscaba nuevos horizontes en un México en crecimiento. Nuestros paisanos destacaron por su formación cultural y talentos varios; empresarios como Neguib Simón abrieron sus puertas a negocios, artistas, cantantes, compositores y hasta obreros. Abrieron las puertas a mejores empleos y sentaron bases para las generaciones posteriores que también exploraron arcas más amplias.
Yucatán se caracterizó desde los años 30 en proveer personajes llenos de cultura, música y poesía, marcando las sendas para el tránsito de los que venían detrás. El camino fue largo, pero aquí seguimos. Gracias, Bachiller, por las semillas culturales que sembraste para los que te seguimos. Abur.
El bachiller Álvaro Gálvez y Fuentes en su época de la XEW y un apunte de mi padre Alfonso García, buen caricaturista. Otras imágenes hoy se encuentran enmarcadas en el café Fornos de la calle Ayuntamiento, junto con otras de la época de coterráneos nuestros como Wello Rivas, Arturo de Córdova, Luis. G. Tamayo, Carlos Duarte Moreno, Rosa María Alam, los escultores Bruno y Renato Pierlomi (refugiados italianos), el Vate López Méndez, Miguel Matamoros, Enrique Campos Gireaud, Miguel Ángel Torres, y otros compañeros de micrófonos de la W de México.
Fuentes
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81lvaro_G%C3%A1lvez_y_Fuentes