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Perspectiva – Desde Canadá
XXIX
En mis trayectos hacia y desde el trabajo, la combinación del paisaje, los sonidos, y la fauna (porque es variada e incluye venados, gansos, cardenales, ardillas, ratas, mapaches y otras aves) me parece a veces tan extraña que mi reacción inmediata es preguntarme dónde estoy.
La respuesta de mi cerebro entonces me posiciona en donde me encuentro, inyectando endorfinas a mi torrente sanguíneo para reforzar mi toma de conciencia, permitiéndome disfrutar lo que me rodea, asombrándome con la realización de cuán lejos me encuentro y cuán diferente es este lugar a mi tierra.
Todos hemos pasado por situaciones inéditas en este azaroso año de la pandemia, el inolvidable (por tantas diferentes razones) 2020.
Algunos han pedido seres queridos ante el Covid-19, algunos han sufrido en piel propia los síntomas de este virus, otros ni siquiera saben que lo acarrean.
Todos hemos de recordar, por muy diferentes razones, este año que llega a su fin.
Como en todo lo que me ha tocado vivir, estoy agradecido con Dios por todo lo que me proporcionó este año 2020. Elijo quedarme con lo bueno, que fue mucho, en estos doce meses, y le doy gracias:
- Por la salud de mi familia, la nuclear y la extendida, la mía y la de todos los que me rodean; algunos de ellos fueron presa temporal del virus y salieron avante gracias a Él
- Por la oportunidad de trabajo y desarrollo profesional que me continúa brindando, permitiéndome reencontrar el gozo que nace de hacer algo que te gusta, a veces tan abundante que el trabajo deja de serlo
- Por la bienvenida y rápida adaptación a un país nuevo, y por los amigos que me ha concedido hacer y reencontrar después de tantas vicisitudes
- Por la recuperada capacidad de asombro y la sonrisa que me acompaña al atestiguar día tras día cada pequeña maravilla de Su Creación
- Por haberme permitido desarrollar habilidades que siempre quise intentar: cocinar, leer un idioma más, conocer nuevos lugares, admirar nuevos paisajes, conocer nuevas personas
- Por el Amor que me hace sentir todos los días, en todo momento, a pesar de estar tan lejos de los míos
Hay mucho más que me es humanamente imposible recordar, colocar en letras; el caso es que este año ha estado lleno de sorpresas, crecimiento personal y familiar y, cierto, de mucha introspección.
En esta forzada convivencia conmigo mismo, algunos hábitos que adquirí desde muy joven se reforzaron, los más notables: la lectura y la observación.
Cuando viajé hacia este país traje conmigo algunos libros, todos los que pude cargar, y dejé otro tanto, pensando que podría reabastecer y renovar mi incipiente biblioteca canadiense cada vez que viajara a Mérida.
No fue así. En mi rescate entraron las librerías de segunda mano que he encontrado, lo cual me ha permitido leer casi a la medida de mi gusto, sin desatender mis otras actividades y responsabilidades, y vaya que el Diario del Sureste ha sido amo a quien servir.
Me hace falta leer más, queda claro; queda como uno de mis propósitos para el 2021.
Con respecto a la observación, poseedor de una personalidad tímida en mis años mozos, que viene siendo mi conducta por omisión hasta ahora, suplí desde esa edad ese temor de interactuar con los demás observando cuidadosamente lo que me rodeaba.
Pueden entonces imaginarse cuánto he observado desde que llegué a Canadá, mientras aprendo costumbres y conozco gente, integrándome en chinga a mis responsabilidades.
Al mismo tiempo, me ha sido imposible sustraerme de lo que pasa tanto en mi xtokoy solar como en México. Es mucho más halagüeño el horizonte local que el nacional.
Llegamos al final de este atribulado 2020.
Espero que estos veintinueve breves episodios canadienses que he compartido con ustedes, veintinueve “observaciones” allende fronteras, hayan abierto una ventana hacia lo que he vivido. Habrá más en el 2021.
Desde esta perspectiva, solo espero encontrar la manera de hacerlas interesantes para ustedes.
A todos ustedes, y a sus familias, les abrazo con el corazón.
Que el 2021 nos permita llenarnos de Amor, de asombro, y de crecimiento personal y familiar.
Salud a todos.
S. Alvarado D.