IX
¡ACRE!
SE disolvió el silencio
en la informe tiniebla,
y en la espectral alcoba
entró y plantó su tienda.
El demacrado Insomnio,
la melena revuelta,
inmóviles los ojos
en las profundas cuencas,
halló propicio el antro,
y allí pasó la noche sempiterna.
Mi pensamiento estaba,
como el Insomnio, en vela…
Yo pienso en ella, díjele,
al amor de esta sombra, pienso en ella…
¿No ves que en mi cerebro
hay desfile de estrellas,
ensueños de sus ojos,
perfumes de sus crenchas,
capullos de su boca,
versos de mis poemas?
Su alma, como mi alma,
también está despierta…
También su pensamiento,
como el mío, está en vela…
Y el genio de la sombra,
haciendo horrible mueca,
murmuró despiadado:
¡Oh, ilusos!… ¡Oh, poetas!….
José Inés Novelo
Continuará la próxima semana…