Letras
(Inédita)
José Peón y Contreras
Te ofrece un pobre cantor
en este libro un Edén
donde caber pueden bien
las artes que da el amor.
Aves, suspiros, aromas,
sombra, luz, perlas y flores,
trinos de los ruiseñores,
arrullos de las palomas.
De las auras placenteras
apacibles melodías,
rumor de selvas umbrías
y de marinas playeras.
Ensueños mil, evocados,
de otra edad y otras regiones,
cautivadoras canciones
de pechos enamorados.
Cuentos, baladas, historias
que te den como presentes,
lo que en los libros las gentes
guardaron de sus memorias.
Cuanto le ocurra al pintor,
cuanto imagine el poeta,
cuanto la musa discreta
inspire en artes de amor.
Todo aquí puede caber
y vasto sitio encontrar
para herir y cautivar
tu corazón de mujer.
Mujer artista, gentil,
fresca, hechicera y galana
como la rosa temprana
de las primicias de abril.
Mujer ángel, mujer genio,
por lo ilustre y por lo bella,
por tales galas estrella
del hogar y del proscenio.
Alma de mi alma que al ir
tras la tuya, lenta y sola
llega, cual suele la ola,
en triste playa a morir.
A morir entre la bruma
de una noche sin celajes,
mal envuelta en los encajes
de una sábana de espuma.
Alma que gime cautiva
de tu hechizo en el encanto,
que si acaso vive tanto
es por ti porque está viva.
Sufriendo mientras te engríes
del mundo en los embelesos,
y de la gloria a los besos,
duermes, cantas y sonríes.
Mientras del dolor ignoras
los punzadores martirios
y no sabes de delirios,
ni de desdichadas horas.
Por eso te da el dolor
en este libro un Edén,
donde caber pueden bien
cuanto en artes da el amor.
Donde le digan primores
a tu rostro peregrino,
imán del Estro divino,
poema de los amores.
Donde ensalcen de tus ojos
el negror y la hermosura
y la gracia y la frescura,
nidos de tus labios rojos.
De tu frente juvenil
la marmórea palidez,
y el donaire y la esbeltez
de tu cintura gentil.
Y celebren el talento
que en tu raro ingenio labra
la magia de tu palabra,
la seducción de tu acento.
Todo cuanto se halle en ti
puro, seductor y bello…
¡Que si yo supiera hacerlo
lo cantara en verso aquí!
Mas cántelo otro después
en dulce, rimada nota,
mientras que mi lira rota
¡cae redonda a tus pies!
Pimienta y Mostaza. Periódico Literario de Espectáculos y Variedades. Mérida, año III, 9 de septiembre de 1894, núm. 100, p. 3.
[Compilación de José Juan Cervera Fernández]