Yadira Medina Hoil
Sabido es por todos que el 8 de marzo se celebra en todo el mundo el día internacional de la mujer.
Esta celebración ha causado confusiones por ignorarse su verdadero origen. Incluso, no pocos varones de broma dicen que también debe existir el día internacional del hombre.
Lo primero que hay que aclarar es que esta celebración en honor de la mujer no es por el hecho de ser mujer. Las mujeres conscientes de esto no queremos ser felicitadas por ser lindas, tiernas, amorosas, sumisas, aguantadoras, luchonas, buenas madres, buenas esposas o buenas hijas o, como le atribuyen al Papa Francisco que dijo: “La mujer trae la armonía al mundo.” No, no es este el objetivo de ese día.
Hagamos un poco de historia.
En 1857, las mujeres de Nueva York del Lower East Side se fueron a la huelga por una reducción de la jornada de trabajo, que en ese entonces era de 16 horas. Las mujeres pertenecían al sindicato de costureras. Con esta huelga se da inicio a una serie de movimientos en todas partes del mundo de las mujeres en defensa de sus derechos. En 1867, las planchadoras de cuellos de un distrito de Nueva York se van a huelga por mejores salarios. Estas protestas fueron reprimidas por la policía y las trabajadoras fueron obligadas de mala manera a volver a sus puestos con menos salarios. El 25 de marzo de 1911, en la fábrica de camisas Triangle Shirtweis los trabajadores, en su mayoría mujeres, laboraban en condiciones infrahumanas jornadas de entre 9 y 12 horas, permaneciendo encerradas bajo llave, según los dueños para evitar robos, hasta que un día se provocó un incendio en una fábrica en donde murieron 123 mujeres y 23 hombres. Se dice que la mayoría eran inmigrantes que venían de Italia y de Europa del Este. Muchas de ellas eran judías. Este hecho causó conmoción en todo EU al grado que las protestas alcanzaron tal magnitud que el gobierno se vio obligado a realizar cambios en las condiciones laborales y de salud. Los obreros murieron quemados, asfixiados por el humo y los gases que respiraron. Estos hechos, a pesar de su importancia, no incidieron en la institución del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer aunque algunos insisten en ello. Liliane Campbell y Francoise Pick han argumentado que lo hacen para quitarle un tinte socialista que la celebración de este día estaba tomando.
Veamos cómo se dio el proceso para la institucionalización de esta fecha:
En 1907 se celebra el primer congreso de mujeres socialistas en Stuttgart, Alemania, al que asistieron 58 delegadas de diversas partes del mundo. Clara Zetkin es nombrada secretaria internacional de esta organización y propone una resolución para demandar el voto femenino. Sobre esta resolución se desarrolló el trabajo de las que asistieron como delegadas al congreso.
En 1908, en EU se establece el women day: enarbolaban la misma demanda, y al año siguiente (1909) realizan la primera celebración de mujeres socialistas.
En 1910, el 26 y 27 de agosto, se lleva a cabo el segundo congreso de mujeres socialistas en Copenhague, Dinamarca. En dicho congreso se reiteró la demanda por el sufragio universal para todas las mujeres. Luise Seiyz y Clara Zetkin fueron las principales impulsoras y, a propuesta de Clara, se estableció el 8 de marzo como día internacional de la mujer trabajadora. Clara Zetkin elaboró la propuesta que fue respaldada por más de cien mujeres de 17 países que asistían al congreso. Con esto se pretendía avanzar en la igualdad de derechos y en el sufragio universal, pero en este congreso estuvieron también otras mujeres que impulsaron estas demandas en sus respectivos países como Rosa Luxemburgo y la propia Clara en Alemania, la rusa Alejandra Colontái quien sería posteriormente la primera mujer en ocupar un cargo en el gobierno de un país, y Nadieshda Krupskaya, esposa de Vladimir Ulianovich Lenin quien, al triunfo de la Revolución Socialista de octubre, elaboró el programa de educación para la Rusia Soviética y dio un gran impulso a la formación de bibliotecas, y la francesa Inés Armand, quien vivió mucho tiempo en Rusia. Se fundó el periódico “La Verdad”, que serviría como órgano informativo de las mujeres socialistas.
En 1911 se realizó la primera celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca. Ese día se realizaron mítines a los que acudieron millones de mujeres que exigían derecho al voto y a poder ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, al de la formación profesional y a la no discriminación laboral. Pero este hecho no ocurrió el 8 de marzo sino el 19.
En 1917 en Rusia, al final de la Primera Guerra Mundial, hubo una protesta de gran magnitud de mujeres que enarbolaban la demanda de “pan y paz”, cansadas de la muerte de esposos e hijos en las trincheras. Esta manifestación fue muy criticada al principio, pero pronto los trabajadores rusos se fueron a la huelga en apoyo de esta propuesta; cuando el Zar ordenó la represión, los soldados no sólo se negaron, sino que se unieron a la lucha de las mujeres y los trabajadores enarbolando la dimisión inmediata del Zar. Este movimiento aceleró su caída y, al establecerse el gobierno de los Soviets, se dio a las mujeres el derecho al voto.
Estos hechos ocurrieron el 23 de febrero en el calendario juliano, que coincidía con el 8 de marzo gregoriano, lo que hizo que posteriormente se confirmara el 8 de marzo como día internacional de las mujeres.
Durante muchos años, esta celebración fue exclusiva de los países socialistas y de los partidos de izquierda en el resto del mundo.
De 1922 a 1975 se institucionaliza paulatinamente el Día Internacional de la Mujer.
La gran feminista Alejandra Colontái quien, siendo comisaria del pueblo para la asistencia pública en la URSS, logró el voto para la mujer, la legalidad del aborto y el divorcio, consiguió que el 8 de marzo se estableciera como fiesta oficial, pero ese día era laborable; sin embargo, en 1965, por decreto del Soviet Supremo de la URSS, se declaró día no laborable.
El hecho comenzó a conmemorarse en todo el mundo oficialmente. En China se celebra desde 1922. En España desde 1936.
En 1975 la ONU comenzó a celebrarlo, y 2 años más tarde fijó el 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Esto hizo que otros países fijaran este día oficialmente en sus calendarios. En el 2011 se celebró el centenario del día internacional de la mujer. En ese año también comenzó a funcionar la entidad de la ONU referida a la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
CONCLUSIONES:
1.- Tras haber conocido los hechos históricos, uno se puede dar cuenta de que los logros han sido fruto del trabajo de mujeres que se sacrificaron, incluso dando la vida por la causa. Por lo tanto, no lo consideramos una celebración, sino una conmemoración.
2.- A pesar de que aún queda mucho por hacer, solo se conseguirá la equidad de género si es que hombres y mujeres de todo el mundo se comprometen a luchar por el progreso y la transformación de la sociedad y la justicia, pues la verdadera liberación de la mujer tiene que pasar por la liberación del hombre, y el 8 de marzo es una ocasión para tenerlo presente.
3.- Esta es una fecha para evaluar la condición y la posición de las mujeres en la sociedad en cada país, en cada estado, en cada municipio y en cada comunidad, para exigir a los gobiernos que cumplan con los compromisos internacionales firmados referentes a los derechos humanos de las mujeres, y que rindan cuenta de los avances, de los logros y también de los retrocesos y retos a vencer.
4.- En consecuencia, no hay que sumarse a la frivolización de esta fecha a la que han convertido en un segundo 10 de mayo. Esto es, invisibilizar las desigualdades que aún vivimos millones de mujeres, situación de la que los gobiernos no quieren hablar. Mucho menos rendir cuentas. No seamos cómplices involuntarios de ellos.
Los días 8 de marzo no regales flores, ni chocolates, ni ositos de peluche, ni invitaciones a cenar. En vez de eso, difunde los derechos humanos de las mujeres, cuestiona las injusticias contra ellas y apoya los movimientos y manifestaciones de protesta de las trabajadoras y de las feministas en la lucha por sus derechos y reivindicaciones.
NOTA: La problemática de las mujeres es sumamente amplia desde distintos puntos de vista, tales como la de las mujeres trabajadoras, de las amas de casa, las campesinas, las indígenas, las profesionistas, la mujer en la política y mucho más, y en cada país existieron y existen mujeres destacadas en la lucha en sus respectivos ámbitos, pero no es éste el objetivo de este trabajo sino establecer las causas y el proceso que llevó al establecimiento del 8 de marzo como Día Internacional de la mujer y denunciar la banalización que se ha hecho de esta importante conmemoración.
Fuente
“Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer”, por Ana Isabel Álvarez González.