Letras
Antonio Cisneros Cámara
A Javier Santa-María
Cuando el tren a partir hállase a punto,
penetra en el vagón una enlutada,
su triste y melancólica mirada
indica que aún se acuerda del difunto.
A su lado me siento; le pregunto
cuál es su nombre, llámase Librada;
le doy mi apretón, no dice nada
y… me le junto más, sí, me le junto.
Ya la estación central cerca que mira,
lanza el silbato atronador ruido
¡y la viuda me ve, me ve y suspira…!
La conduzco a un hotel; le formo un nido
y de manera tal pulso mi lira,
que no vuelve a acordarse del marido.
México, 1891.
La Reforma. Mérida, tomo I, núm. 1, mayo de 1891, p. 3.
[Compilación de José Juan Cervera Fernández]