Cine
Logan – James Mangold
Un padre se encuentra con su hija y, junto con su mentor de muchos años, decide emprender un viaje a través de los Estados Unidos para convivir y conocerse. Tal es la historia subyacente de Logan, la más reciente aventura de mutantes de Marvel, dirigida por James Mangold, quien también tuvo la idea sobre la cual se basa el guion, que escribió junto con Scott Frank y Michael Green. Sin embargo, Logan no es la típica película de road trip que pudiéramos imaginar, y ciertamente este no es el tipo de historias a las que Marvel colocaría su marca, pero esa es la historia básica: una historia de una familia, disfuncional y atípica, pero una familia al fin.
Claro, la complejidad inicia con el hecho de que la acción se da en el año 2029, cuando prácticamente todos los mutantes han sido erradicados, o perseguidos hasta lograr que se escondan. Wolverine y Caliban, atienden – manteniéndolo sedado pues “su mente sigue siendo el arma más peligrosa en la Tierra” – al Profesor Xavier, lo que cada vez es más difícil debido a que las drogas que se requieren cada vez son más difíciles de obtener. Logan trabaja como conductor de una limusina, apacentando a sus demonios con alcohol, y su metabolismo no es el de antes: cada vez le cuesta más trabajo regenerarse después de sus ocasionales enfrentamientos en los que deja salir su rabia, deshaciéndose de sus enemigos como solo él lo sabe hacer.
Una enfermera mexicana llamada Gabriela (Elizabeth Rodriguez) solicita su ayuda, pero él no desea tener nada que ver con asuntos relativos a su pasado; pero finalmente se involucrará, cuando la enfermera le revela que en realidad a la que necesita proteger es a Laura (Dafne Keen), que es el producto de un experimento de mutación en el cual se utilizó el ADN de Wolverine y también una armadura de adamantium, que está siendo buscada – junto con otros niños “experimentales” – por el corporativo que los creó, usando mercenarios comandados por Pierce (Boyd Holbrook), un humano “mejorado.”
En estos días en los que las políticas Trumpianas están cargadas de racismo y xenofobia, no es difícil ver a los mutantes en el rol de los “ilegales” que viven actualmente en los Estados Unidos. Es más, aunque ignoro si esa fue la intención del director Mangold, resulta que Laura ¡es mexicana! Así que la persecución que sufre por su condición de mutante, fácil la pudiéramos reemplazar por su condición de inmigrante ilegal con rumbo a Canadá, y entonces el contexto del filme cambiaría radicalmente.
Como fuera, las escenas de acción están perfectamente coreografiadas, llenas de realistas muertes, los escenarios futuros denotan un territorio norteamericano en decadencia, y los mutantes inspiran compasión ante los intentos de erradicación a los que son sometidos, viviendo en condiciones míseras.
Supuestamente Logan es la última actuación de Hugh Jackman encarnando al mutante Wolverine, y la historia también pareciera indicar que es el fin del camino para Sir Patrick Stewart como el Profesor Xavier, abriendo a su vez la puerta a nuevas generaciones de mutantes, representados por esos niños que Logan ayuda. Y vaya que su última aventura está llena de realismo y de violencia: cuando Laura y Logan se molestan, prácticamente destrozan a sus enemigos, formando un temible dueto de padre e hija.
El largometraje es entretenido de principio a fin, y Hugh Jackman se lleva las palmas al presentarnos la conversión de un despreocupado a un involucrado padre, que al final de su camino tiene que darlo todo por alguien a quien ni siquiera conocía al inicio de la película. Stephen Merchant hace el rol de Caliban, y también nos conquista durante sus apariciones, al igual que Sir Patrick Stewart, a quien vemos en el rol de un anciano mutante que no puede valerse ya por sí mismo, pero que invariablemente intenta enseñarle a Logan que aún es tiempo de que disfrute la vida, que aprecie lo que es formar parte de una familia.
Es en esto último en donde encuentro que radica el verdadero poder del filme: en la valía que aprende a poner el protagonista en el bienestar de su familia, a pesar de que hubiera un precio por pagar, llenándonos de pequeños detalles que demuestran su amor por aquellos por quienes debe velar. Es por esa razón que el filme destaca entre los otros filmes de mutantes de la saga, y con justa razón.
Logan es la despedida triunfal de uno de los íconos de los X-Men, y de algunos de sus acompañantes, en una monumental sinfonía de rabia y venganza, el canto del cisne de un héroe atormentado que se redime a pesar de todo.
S. Alvarado D.
sergio.alvarado.diaz@hotmail.com