Cine
Un Monstruo de Mil Cabezas
Cruda, intensa y completamente realista, Un Monstruo de mil Cabezas nos muestra una cara del cine mexicano que hace mucha falta y de la cual dan ganas de ver más, un cine que expone una problemática seria, sin dejar a un lado la calidad, y en donde se nos presentan situaciones de todos los días sin exagerarlas, así como personajes con los que podríamos identificarnos algún día.
El cine mexicano contemporáneo, o al menos una gran parte de éste, se ha caracterizado por tomar influencias del cine extranjero, lo cual es evidente con el reciente bombardeo de comedias románticas o cintas de horror nacionales dentro de la cartelera cinematográfica, mientras que es rara la ocasión en que nos encontramos productos elaborados desde la propia vivencia cotidiana, o con entornos realistas tomando en cuenta la situación de nuestro país.
Un Monstruo de Mil Cabezas cuenta la historia de Sonia Bonet (Jana Raluy), una mujer de mediana edad que vive en la Ciudad de México junto con su marido, quien se encuentra gravemente enfermo, y los dos hijos adolescentes de ambos. Después de que en una noche la dolencia de su marido se vuelve casi insoportable, Sonia se pone en contacto con un doctor que previamente había considerado a su marido como candidato para un tratamiento. Tras no lograrlo contactar, Sonia decide irlo a visitar, solo para descubrir la burocracia y la negligencia existentes en el sector público de la salud de nuestro país. Sonia no está dispuesta a quedarse sentada viendo que su marido muera, mientras el doctor la ignora abiertamente, por lo cual decide tomar cartas en el asunto…
A simple vista, pareciera que nos encontramos ante una película mexicana cualquiera, con una trama similar a la que se encuentra presente en la gran mayoría de las telenovelas existentes. Sin embargo, el cuarto largometraje del director uruguayo Rodrigo Plá dista mucho de ser algo cualquiera, y no sólo por el duro comentario social presente en la trama, sino también porque, gracias al magnífico guion de Laura Santullo, encontramos personajes reales que viven en entornos comunes y se enfrentan a situaciones desafortunadas, pero completamente realistas. Aquí no hay ningún superhéroe que venga a salvar el día; los hechos son y punto, justo como ocurre en la vida real, motivo por el cual quizá nos encontremos ante una de las mejores películas mexicanas en mucho tiempo.
Narrada a manera de flashbacks y recuerdos en relación a lo acontecido, por lo cual el final ya se sabe o al menos se sugiere desde que la cinta comienza, la trama de la cinta deja al espectador en un dilema moral de mucha fuerza, por lo cual uno llega a plantearse varias preguntas: ¿es justificable dentro del contexto lo que Sonia hace? Y a su vez, ¿será realmente necesario llegar a tales extremos para que la burocracia y/o la negligencia médica desaparezcan? Son preguntas sin una respuesta clara, ya que ésta se acomodará de acuerdo con las vivencias y la perspectiva que tenga el espectador sobre el conflicto.
Las actuaciones del elenco son espectaculares, particularmente la de Jana Raluy, quien lleva en sus hombros el complicado papel de Sonia, una mujer pacifista que se ve forzada a actuar como lo hace cuando descubre que ese es el único modo en el que será escuchada. Es evidente que al personaje no le agrada lo que hace, pero simplemente siente que tiene que hacerlo. En cuanto a los demás personajes, tanto buenos como malos, se encuentran bien delineados. Es gracias a las fantásticas actuaciones de su elenco, en general, que la película transpira un ambiente de tensión constante, en el cual se respira el miedo y la desesperación.
Lo que también hay que aclarar es que Un Monstruo de mil Cabezas no es una película para cualquiera. Su ritmo no es particularmente como el de una cinta de acción Hollywoodense o de un blockbuster, sino que el director se toma su tiempo para delinear a sus personajes y crear la intensidad necesaria, algo que pudiera generar aburrimiento a algunos, pero encantar a otros, como es en el caso de este espectador. Por otra parte, la película es muy corta (dura poco más de una hora), ya que únicamente se incluye lo más esencial, motivo por el cual probablemente muchos no la consideren como una opción de calidad en cartelera.
Alabada por los críticos internacionales y premiada en la muestra número 72 del Festival de Venecia, el cuarto largometraje de Rodrigo Plá es un muy buena opción fílmica para aquellos que se atrevan a salir de su zona de confort, o estén en busca de un cine realista y diferente. Ampliamente recomendable.
Finalmente, y ahora sí, puede decirse con toda seguridad que es hora de apoyar al buen cine mexicano.
SALVADOR VALVERADO
FICHA TÉCNICA
Título Original: Un Monstruo de mil Cabezas
Director: Rodrigo Plá
Guion: Laura Santullo
Elenco: Jana Raluy, Sebastián Aguirre, Daniel Giménez Cacho, Emilio Echevarría, Verónica Falcón
Género: Drama
Clasificación: B15
Duración: 75 minutos
Calificación: 4 estrellas (de 5)