Libros
La Guerra de Dios, El Conflicto Cristero, de Armando Fuentes Aguirre “Catón”
Gracias a las lecturas recomendadas en Diario del Sureste semana tras semana, y lo que encierran acerca de nuestra historia como nación, me ha resultado sumamente interesante continuar la búsqueda de información sobre aspectos históricos de los cuales mi conocimiento fuera sumamente ralo. Durante la FILEY de este año de 2016, me hice del libro “La Guerra de Dios, El Conflicto Cristero”, escrito por Armando Fuentes Aguirre, a quien muchos conocemos como Catón desde hace varios años.
El Conflicto Cristero es algo que no atendimos en absoluto durante nuestras clases de Historia de México, impartidas por el gran y querido Maestro Don José Canto López hace ya algunos ayeres, por lo que me parecía un verdadero regalo enterarme de ese episodio de nuestra historia a través de las letras de AFA, quien amenamente me abrió los ojos a otras alternativas históricas, desmitificando a algunos de nuestros próceres, volviéndolos humanos, en otros libros que ha escrito. Todos esos relatos de nuestra historia como país los ha publicado bajo la colección “La otra Historia de México”, y así logré ver con otros ojos a Benito Juárez, a Maximiliano de Habsburgo y a otros personajes legendarios.
Algo así esperaba al iniciar la lectura de este libro: un paseo por los antecedentes que llevaron a este conflicto, el relato de la rebelión poniendo énfasis en lo que se vivió durante él, y también familiarizarme con los protagonistas. Pues bien, debo registrar que, de los tres puntos anteriores, únicamente el primero es ampliamente expuesto en el libro; que del segundo únicamente se mencionan brevemente algunos pasajes; y que del tercero conocí finalmente el rol de la Madre Conchita – injustamente encarcelada de por vida y enviada a las Islas Marías por ser, según las autoridades, “la autora intelectual” del asesinato de Álvaro Obregón, cometido por José León del Toral – y me quedó claro algo que mi querido Don Pepe Canto nos platicaba con fruición y dotes teatrales, inolvidable para mí porque sobre este período versó la pregunta que me hizo para aprobar el examen final de su materia con un “ciento” que me otorgó por mi respuesta: el “Maximato”.
Pródigo en detalles, escrito en breves capítulos, Armando Fuentes Aguirre nos platica del ambiente que se vivía en México a la muerte de Madero, dejando muy en claro que en esos días no eran las ideas las que se imponían, sino la ley de las armas, como demostraron Huerta, Carranza, Obregón, lo que hizo que los más idealistas – Zapata y Villa – se declararan traicionados y en rebeldía y, con ello, continuara la pugna que aún vivimos; y también habla Catón abundantemente sobre el verdadero poder detrás del trono durante el Maximato: Plutarco Elías Calles.
La rebelión cristera, ocurrida entre los años 1926 a 1929, enlutó y dividió hogares mexicanos, y todo a partir de la intransigente postura adquirida por los dos antagonistas: la Iglesia y los políticos “revolucionarios” Obregón y Calles. Aquellos, inconformes con la cancelación de los beneficios que habían logrado bajo el gobierno de Porfirio Díaz; éstos, tratando de quedar bien con el único poder que podría otorgarles apoyo y conservarlos en su puesto: los gringos.
Hay un gran “pero” que encuentro con estos libros que nos hablan de “La Otra Historia de México”: a pesar de lo amenos que resultan, la ausencia de referencias bibliográficas los convierte en una opinión informada del autor y, con ello, le resta la seriedad y rigor histórico necesarios para poder aceptarlos como “históricos”. Así, algunas de las cosas que se mencionan – en particular mencionaré una que arroja el autor sin mayores referencias: que Felipe Carrillo Puerto fue un catrín “arribista” y sumamente acomodaticio mientras vivió – nos dejan en la incertidumbre y con ansias de saber más acerca de porqué escribió algunas cosas, en qué se basó para algunas aseveraciones.
En particular, en esta obra me quedé con las ganas de saber más del Padre Agustín Pro, a quien el autor pinta como el proverbial cordero que se sacrifica en las ceremonias hebreas, y también hubiera querido saber cómo se dio este conflicto en el resto del país, en vez de pasar tanto tiempo leyendo sobre Carranza, Obregón y Calles quien, también según el autor, no resultó el mangoneable elemento que Obregón impuso en el gobierno para continuar su obra y perpetuarse en el poder, sino más bien fue al revés, además de crear el “modelo” bajo el cual se ha servido la gran familia revolucionaria: el Partido Nacional Revolucionario, abuelo del PRI. Catón también nos habla extensivamente en esta obra sobre José Vasconcelos y su romántica campaña por la presidencia de la República, apoyado por los jóvenes – que estaban convencidos de que sería necesaria una revolución para corregir los vicios de los gobiernos emanados de la revolución – y los obreros.
A pesar de lo mencionado anteriormente sobre la ausencia de rigor histórico, hay que aplaudirle a Catón su deseo de humanizar y ofrecer otras vertientes de comportamiento y conductas de los protagonistas de nuestra turbulenta historia.
La Guerra de Dios, El Conflicto Cristero, de Armando Fuentes Aguirre “Catón” arroja algo de luz en uno de muchos episodios oscuros de nuestro México, y acaso la ausencia de bibliografía sea la manera que tiene el autor de invitarnos a informarnos por nuestra cuenta. Lo cierto es que es vital comprender el pasado, para entender las consecuencias en nuestras vidas de las acciones de los “próceres”, y entonces identificar aquello que no debemos repetir.
Gerardo Saviola