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In Memoriam
“UNA VIDA EN LA DIRECCIÓN CORAL”
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
En el camino de mi vida, desde niño conviví con músicos familiares, profesionales de la música: junto con mi madre, que primero tocó violín y luego el piano, y con mi tía abuela Felipa, cellista de la sinfónica de Yucatán. También conviví con los compañeros de la XEW de mi padre, que se reunían en casa en sábados bohemios donde se cantaba y recitaba con lo mejor del momento. A finales de los años cuarenta, siendo niño, se me metió en las venas la música.
Joven ingresé por vez primera a cantar música coral, en el Orfeón Yucateco, bajo la dirección de Marcial Cáceres Ortiz, en la cuerda de bajos, ya que no teníamos barítonos. Ese fue mi primer acercamiento al canto coral, con el Orfeón Yucateco. Debutamos en 1954 en el teatro “Toto” de Campeche con gran éxito. Dejamos el coro cuando nuestro director nos dejó para volverse fraile en Cuernavaca, Morelos.
La segunda vez que ingresé a un coro, fue en el Coro Magisterial, bajo la dirección de otro grande de la música: Cesáreo Chan Blanco. Ensayábamos en el teatro Daniel Ayala, haciéndose más cercana la amistad con Cesáreo y con sus dos hijos, magníficos músicos también. Fuera de ensayos y audiciones, nos reuníamos en el café de Moncho en el mercado Lucas de Gálvez, por varios años, concurriendo otros músicos y escritores. La mesa cafeteril era muy agradable.
Cesáreo Chan Blanco, fundador del Concurso Estatal de la Canción Yucateca, que se realiza cada año en la entidad, falleció el pasado 10 de noviembre, apenas unos días después de su participación con el Coro Académico de la UADY en el Festival Internacional de Coros Yucatán 2015. Fue maestro de la Preparatoria Dos de la UADY que este fin de semana rindió homenaje a su memoria, así como de los talleres de coro, piano e iniciación musical en el Centro Cultural “Ricardo López Méndez” y en la Escuela de Música Popular “Juan Acereto”.

El Mtro. Cesáreo Chan Blanco se caracterizó por ser un incansable promotor musical, situación que lo llevó a ser responsable de la formación de los coros infantiles de las Escuelas Olegario Molina, Central, Montejo, Educación y Patria, Hispano Mexicano, Simón Bolívar, Joaquín Peón Aznar y los coros de Santa Lucía en Mérida, del municipio de Progreso y de la Escuela Secundaria Federal No. 1, este último conformado por maestros.
Originario de Timucuy, Yucatán, el Mtro. Cesáreo Chan Blanco inició su formación musical a los 13 años en la Escuela Superior de Música Sagrada de León, Guanajuato, gracias al talento descubierto por Monseñor Juan Arjona Correa, Rector del Seminario Conciliar de San Ildefonso. A su regreso a la ciudad, en 1955, es nombrado director de la Schola Cantorum del Seminario, así como Organista de la Catedral de Mérida donde forma el Coro Catedralicio.

En 1979 integra el Coro Magisterial Polifónico con el cual gana en 1984 el Primer Lugar Nacional de Coros del Magisterio convocado por la Secretaría de Educación Pública. Fue alumno del Mtro. Romano Ticutti, fundador del Coro de los Niños Cantores de Viena y del gran músico mexicano, Miguel Bernal Jiménez.
Su cuerpo fue velado en la funeraria del IMSS y el cortejo fúnebre partió a las cuatro de la tarde rumbo al cementerio Xoclán, donde fue depositado su cuerpo en el mismo lugar donde se encuentra su esposa, la Maestra Tomasita Sabido Arias.
Recibieron el pésame sus hijos Cesáreo, Maria de la Luz, Roberto, Gabriel, María Guadalupe, Eduardo, Jesús y el Maestro José Luis, quien se encontraba en Argentina con un grupo de 4 jóvenes de la Orquesta Sinfónica Juvenil Daniel Ayala Pérez, representando a nuestro estado y a nuestro país en el III Festival de Orquestas Infantiles y Juveniles Argentina 2010.

Cesáreo dejó una huella musical imborrable en la Escuela Superior de Música Sagrada de León, Guanajuato, gracias al talento descubierto por Monseñor Juan Arjona Correa, Rector del Seminario Conciliar de San Ildefonso. A su regreso a la ciudad en 1955 es nombrado director de la Schola Cantorum del Seminario, así como Organista de la Catedral de Mérida donde forma el Coro Catedralicio.
En 1979 integra el Coro Magisterial Polifónico con el cual gana en 1984 el Primer Lugar Nacional de Coros del Magisterio convocado por la Secretaría de Educación Pública. Fue alumno del Mtro. Romano Ticutti, fundador del Coro de los Niños Cantores de Viena y del gran músico mexicano, Miguel Bernal Jiménez.
Posteriormente al Polifónico Magisterial, como adulto mayor me incorporé como cantante en la cuerda de tenores al Coro de Adultos Mayores, denominado “Música Dispersa”, bajo la batuta de otro grande de la música coral: Luis Roberto Sánchez Gavito. En ese grupo coordiné con Sanchez Gavito un recital titulado “Cual Piuma al vento”, en el teatro de la Universidad, con lleno completo.
Ese es mi paso en tres asentamientos diferentes. Después de esas últimas participaciones en grupos corales, ya no hubo más pues, como dice la canción: “…de ese gran chorro de voz, solo queda ya un chisguete”. Pero tuve la suerte de haber tenido a tres grandes maestros en la música coral, del que solo nos queda Luis Roberto Sánchez Gavito.
Le debía unas letras al maestro, amigo de café y de música, al inolvidable enamorado de la música coral Cesáreo Chan Blanco. Abur.
Fuentes
Opción, La revista: FALLECE PILAR DE LA MÚSICA CORAL DE YUCATAN