Personajes
“POLIFACÉTICO, CONCERTISTA, INVESTIGADOR MUSICAL Y MAESTRO”
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
A José Ruiz Elcoro lo conocí en el año de 1991, cuando fui a Guantánamo al Festival que con la participación de la Delegación de México dio el título de Internacional al “Cantares de América”, que promovía Israel Martínez Zapata, Director de la “Asociación Nacional de Tríos de Cuba”. En La Habana me presentaron a Israel y nació una amistad inmediata.
Siendo en esos momentos el que escribe Director de Cultura y Turismo de la Ciudad de Mérida, trajimos a tres tríos cubanos: “Los Martínez” de Guantánamo; “Ensueño”, de Santiago de Cuba, y “Los caminantes”, de Manzanillo, para que tocaran en Santa Lucía en las serenatas de los jueves. Pretendíamos formar una escuela de tríos, con maestros calificados, pues nuestros trovadores son empíricos y geniales, sin tener conocimientos musicales. Por más que insistí, nuestro alcalde no se interesó y no cristalizó la idea.
Elcoro vivía en el mismo suburbio, cercano al malecón habanero. Nos volvimos a encontrar en 1994, en Marianao, em el hogar de Félix Guerrero y la soprano Lucy Provedo, junto con Israel Martínez y la bolerista Ileana Cortés Alayola. Con otros invitados más, la descarga musical y poética surgió de inmediato y la amistad entre familias, que continúa hasta la fecha, nació inmediatamente, fundiéndose Marianao, La Habana, con, y Mérida, Yucatán.
José Ruiz Elcoro es un pianista y musicólogo nacido en Santa Clara, Cuba, licenciado en Filología en la Universidad de La Habana y graduado del Conservatorio Ignacio Cervantes de esa capital habanera. Considerado un especialista en música cubana e iberoamericana, Ruiz Elcoro ha ofrecido conciertos y conferencias para públicos muy diversos en instituciones y universidades de Cuba, España, Francia, Nicaragua, México, Nigeria, y Estados Unidos, incluyendo las Universidades de Georgia (Atlanta), Columbia (New York), Miami y Florida International University. Tiene publicados artículos, ensayos y el CD La Perla. Cantares de Cuba Siglos XVIII y XIX. Colabora con la Fundación Musicaliza de Puerto Rico y es pianista del Miami City Ballet.
Un día, en su casa de El Vedado, me enseñó un dispositivo reproductor de los primeros en el mundo. Me dijo: “Esto lo tienes que oír. Me quedan dos cartuchos de cera donde se imprimieron. Voy a poner la música de uno de ellos, pues al escuchar por única vez se pierde la cera.”
Escuché el cilindro de cera y lo grabé bien en mi memoria. Su recuerdo fue para mí algo muy importante. Gracias, Pepe.
Muchas tardes llegaba Elcoro en su bicicleta a casa, pues en ella recorría las calles de La Habana hasta Marianao. Es un atleta consumado. Paraba en casa y nos servía Alina nuestros buchitos de café Pilón; el mío era el de la Bodega, y ya me sabía mejor que el café de exportación.
José Ruiz Elcoro vivió en nuestra ciudad meridana, trabajando como maestro de música en el CECUNY, Centro de Educación y Cultura para Niños de Yucatán. Nunca nos dejamos de ver en mis muchos viajes anuales a la isla cubana. Pepe, siempre afable y sonriente, fue la mano derecha de Jesús Gómez Cairo en el Museo Nacional de la Música en Cuba, donde nunca faltó en sus más de ocho años de trabajo de Investigación. Algunas veces fui a visitarlo a su departamento en la calle 3 del Vedado, paralelo al Malecón, en el sexto piso. Como dicen en Cuba: “el elevador está roto y no hay refacciones.” Llegaba cansado a su departamento, almorzábamos y una vecina muy agradable se sentaba con nosotros y nos atendía; no recuerdo su nombre.
José, como buen deportista, llegaba a Paseo y 15 a tomar café y hablar de Música y de Mérida. Sigue siendo un enamorado de Yucatán, de Mérida en particular, donde hay mucha gente que le aprecia y hace valer su conocimiento musical, como lo hizo en el 2023, que dio una conferencia y concierto en el Palacio de la Música de Mérida, dictando una magistral conferencia sobre “Los cien años de Peregrina en Yucatán”. Trajo además a una cantante para que ilustrara la conferencia. Elcoro acompañó por dos horas ese gran evento, por el que solo se le pagó el avión y el hospedaje.
Nos visitó en casa y, como en cada visita a esta tierra, trajo un par de aretes para cada una de mis hijas y dos lociones: una para mi esposa y otra para mí, más un anillo para Addy Victoria.
Ya estaba yo enfermo y no debía tener visitas. Agradezco al Dr. Alayola que lo trajo dos veces a casa para darnos los presentes y para despedirse al partir a la Florida.
Gracias, Pepe, por tus atenciones en tu último viaje a Yucatán y tus conocimientos sobre “Los Cien Años de Peregrina” en el Palacio de la Música de Mérida.
Fuentes
«La Vieja Trova de Cuba» por José Ruiz Elcoro | José Ruiz El… | Flickr