Poesía
Ricardo Mimenza Castillo
I
Mi señor don Francisco I. Madero,
es tu memoria insigne lábaro augusto,
y a ti te ejecutaron por ser un justo
y por ser de mi Patria noble, el primero.
Ocampo ya predijo que el firme acero
del mandón que se irgue, recio y adusto,
derribará a su pueblo, como un arbusto
en un lívido gesto, déspota y fiero…
¡Señor, entre mis ruinas y mis quimeras,
sé que nunca viviste dentro las fieras
que son ingente muro a la Libertad…!
Por eso deudas tienes con mis cariños,
Porque llevando un alma como los niños
Sucumbiste abrazado con la verdad.
Noviembre 19-1918
El Popular. Diario Informativo de la Tarde. Mérida, año I, núm. 19, 7 de noviembre de 1921, p. 2.
[Compilación de José Juan Cervera Fernández]