Letras
Rocío Prieto Valdivia
Tatuaje en la cara.
Duelen las vísceras al desgarrarse la ropita de marca.
Bramar en el escenario es la imagen atrapada en la pupila.
Todos somos hijos de Paty Chapoy.
Destatuarse ese nombre, los ojos, esa cara tan linda.
Quedarse con el anillo como promesa de no olvidarte, y a los 15 días pararse en el empeño y presumir los 4 millones de dólares en redes.
Componer una canción, exhibir en Facebook los screenshots.
Mal augurio cuando te tatúas el nombre del amado.
Terminas como Lupillo Rivera o como Nodal: llorando en el escenario.
No te preocupes.
Siempre queda esta curación nodalina: jugar al gato sobre tu rostro.