Editorial
El México moderno que hoy compartimos ha surgido del esfuerzo de muchas generaciones de mexicanos unidos por la vocación de permanencia en este territorio de los ancestros, espacio de convivencia del llamado “cuerno de la abundancia” del cual amplia parte nos fue despojada por los gobiernos del norte en tiempos pretéritos.
Ambiciones transcontinentales europeas también intentaron adueñarse de nuestro territorio, en un intento que fracasó ante la firme defensa y arraigo del pueblo de México.
En conmemoración de esos hechos históricos es que en los inicios de cada mes de septiembre los mexicanos celebramos el triunfo de las armas nacionales, cuando se cubrieron de gloria ante poderosas fuerzas armadas invasoras.
Los sitios públicos, las astabanderas, lucen por varios días de los meses de septiembre de cada año los colores distintivos de nuestra bandera nacional: verde como el follaje de nuestros bosques, blanca como el espíritu de libertad, fraternidad y honradez internacional, y rojo encendido haciendo honor a la sangre derramada en defensa de los valores y el territorio de esta Patria nuestra: MÉXICO.
La bandera tricolor es un verdadero símbolo histórico de nuestro orgullo y pertenencia a nuestro país, a esta tierra amada que es México.
¡Viva por siempre nuestra Patria Mexicana!