En Las Redes Sociales
Como todos los sábados, Carmen acompañaba a Eduardo, su marido, a los partidos de futbol del equipo de la empresa donde él trabajaba, para echarle porras.
El grupo de mujeres se sentaba a un costado del campo de futbol, y platicaba de los acontecimientos semanales, mientras sus parejas jugaban.
Carmen pensó en tomarse alguna foto para el recuerdo, utilizando el celular de Eduardo, que tenía mejor resolución. Todas las mujeres, en su mejor ángulo, posaron para la foto.
Sabedora de las vanidades femeninas, Carmen seleccionó las mejores fotografías para postearlas en las redes sociales.
Estando en la galería de la cámara del móvil de su esposo, se fijó de las fotos de una mujer que no era ella. Los enormes pechos, boca roja insinuante, y ojos remarcados en negro, destacaban en las imágenes.
Lo que un segundo atrás fue un momento lleno de sonrisas y diversión, había desaparecido.
Eduardo se dio cuenta, y al medio tiempo se acercó a su esposa y la besó, haciéndole cariños.
Pero la duda estaba sembrada.
Al reanudarse el segundo tiempo, Carmen rápido dio clic a las fotografías que había en el móvil para abrirlas y verlas mejor. Tenía que saber quién era aquella mujer.
Para su sorpresa, la modelo de dichas imágenes sugerentes era la misma mujer a la que todos los días su esposo ponía “Me gusta” a los mensajes de alabanza y agradecimiento a Dios que posteaba en su muro. ¡Tan piadosa que se veía!
Ella terminó divorciándose.
Y él…definitivamente no se quedó con la mujer de los pechos enormes, boca roja insinuante y ojos enmarcados en negro.
Daniela Eugenia