Letras
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Acabo de recibir un correo electrónico de José Antonio Roca. Lo conocí en Mérida, cubano ahora residente en España. La amistad no decayó en su nuevo destino, España (país mejor conocido por mi esposa Addy Victoria en sus viajes anuales a la parte norte, con residencia en Bilbao. Fue tal el conocimiento que adquirió en más de 10 ocasiones que visitó la península Ibérica, Portugal y Francia, que nos compartió en “Charlas de Café” un par de conversatorios sobre Cataluña y Portugal).
En Mérida, José Alfredo Roca me dijo que escribiera mi autobiografía para hacer un libro. De España me solicitó lo mismo, por lo que le comuniqué que llevo 255 páginas, que inicio con mis bisabuelos y terminaría con mi cuarta generación, mis bisnietas, para verificar la parte genética musical de mi vida. Lo titularé “Paso por el tiempo”.
Hoy me envía un correo que reproduzco textual:
Saludos, Hiram. Aquí va la primera posible pregunta del libro. ¿Conoció a Jorge Luis Borges? ¿Qué opina de su obra?
He tenido referencia de este y muchos otros literatos y poetas del Cono Sur, de Argentina, Uruguay y Chile. Como referencia, citaré mis obras “Dos Latitudes”, “Tres Poetas en Pulso Azul” México-Argentina (con Mario Paoluchi. Gelasio Luna y el que escribe Hiram García), prólogo de Raquel Mongiello, laureada poeta de Santa Fe, El Rosario en Argentina; y “En la Mar”, “Diálogo entre poetas”, Alfonsina Storni e Hiram García, cuyo prólogo escribió Roldán Peniche Barrera. Estas obras ya están editadas por Voz de Tinta y las encuentras en Amazon, con pasta dura o cartulina, con entrega a domicilio.
Este escritor es de generaciones anteriores a la mía -yo nací en 1936 y Borges nació en 1899- pero he leído algo de su obra. Creo es uno de los mejores escritores argentinos, con un lugar especial en las letras latinoamericanas.
Al leer a otros escritores y escritoras del cono sur, como Alfonsina Storni (ella muere tres años antes de mi nacimiento en 1936), la tragedia de su vida y lo sublime de su obra, me enamoré de ella. Decidí contestar parte de su obra poética con los mismos formatos que utilizó, para terminar tomados de la mano y caminando hacia La Palma, para vernos como dos náufragos ahogados en el mar del Plata. En ese libro describo a Borges como el misógino que le cerraba las puertas a la Storni, la trataba de “comadrita” y comentaba «Qué hace una mujer entre vosotros«. Alfonsina se refugió con los literatos uruguayos y ahí le dieron mejor trato. Mi libro “Diálogo entre Poetas” lo entregó Hugo Altez Alberti -mi representante en Uruguay- al Centro Cultural “La Mancha”, en Maldonado, Uruguay, para revisión y posible edición en el Cono Sur.
Como la solicitud a recuerdos biográficos de Borges es la pregunta directa de José Alfredo Roca, sintetizaré algo de ellos:
Estudia en Ginebra e Inglaterra. Vive en España desde 1919 hasta su regreso a Argentina en 1921. Colabora en revistas literarias, francesas y españolas, donde publica ensayos y manifiestos.
De regreso a Argentina, participa con Macedonio Fernández en la fundación de las revistas Prisma y Prosa y firma el primer manifiesto ultraísta. En 1923 publica su primer libro de poemas, Fervor de Buenos Aires, y en 1935 Historia universal de la infamia, compuesto por una serie de relatos breves (formato que utilizará en publicaciones posteriores).
Durante los años treinta su fama crece en Argentina y publica diversas obras en colaboración con Bioy Casares, de entre las que cabe subrayar Antología de la literatura fantástica. Durante estos años su actividad literaria se amplía con la crítica literaria y la traducción de autores como Virginia Woolf, Henri Michaux o William Faulkner.
Es bibliotecario en Buenos Aires de 1937 a 1945, conferenciante y profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, miembro de la Academia Argentina de las Letras y director de la Biblioteca Nacional de Argentina desde 1955 hasta 1974. En 1961 comparte con Samuel Beckett el Premio Formentor, otorgado por el Congreso Internacional de Editores. Desde 1964 publica indistintamente en verso y en prosa.
Borges utiliza un singular estilo literario, basado en la interpretación de conceptos como los de tiempo, espacio, destino o realidad. La simbología que utiliza remite a los autores que más le influencian –William Shakespeare, Thomas De Quincey, Rudyard Kipling o Joseph Conrad-, además de la Biblia, la Cábala judía, las primigenias literaturas europeas, la literatura clásica y la filosofía;
Los conocimientos esotéricos obligan a escudriñar. La filosofía masónica me ha dado mucho para analizar. En ocasiones me siento incapaz de escudriñar más allá de lo que mis neuronas almacenan. Conozco de la capacidad de Borges en sus letras, y también encontré su parte misógina cuando me compenetré en la vida y obra de Alfonsina Storni. Dejo para otros más avezados descubrir su gran talento de escritor y pensador de su tiempo.
A Borges lo admiro por su gran obra, en general, y como soy amante de la poesía, mis respetos a su obra poética.
Borges publica libros de poesía como El otro, el mismo, Elogio de la sombra, El oro de los tigres, La rosa profunda, La moneda de hierro y cultiva la prosa en títulos como El informe de Brodie y El libro de arena. En estos años Borges también publica libros en los que se mezclan prosa y verso, libros que aúnan el teatro, la poesía y los cuentos; ejemplos de esta fusión son títulos como La cifra y Los conjurados. La importancia de su obra se ve reconocida con el Premio Miguel de Cervantes en 1979.
Creo con lo siguiente contestar tus preguntas:
No conocí a Borges.
Cuando en el 52 estudié el Bachillerato en Ciencias, en la Universidad Nacional del Sureste, tuve dos grandes maestros y amigos: Carlos y Antonio Canto López, que nos impartieron Preceptiva Literaria. Un grupo de nosotros tuvimos como mentores a muchos directores del Diario del Sureste. El dramaturgo Wilberto Cantón, Leopoldo Peniche Vallado, Clemente López Trujillo, Antonio Betancourt, Carlos Duarte Moreno, junto con el Poeta Nacional de Cuba, Don Nicolás Guillén en sus visitas a esta ciudad de Mérida, todos nos dieron clases de literatura, poesía y vida. Nos forjaron como literatos, poetas y periodistas con ejemplos de vida y verticalidad de pensamiento.
Fuimos un grupo afortunado en época y en personajes que están en la historia de nuestra tierra.
Gracias.
Fuentes
Jorge Luis Borges. Departamento de Bibliotecas y Documentación del Instituto Cervantes